La gloria se consigue a patadas

 

Guillermo Pérez tuvo que enfrentar muchos reveses antes de acudir a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 ¡en donde salió campeón! OSVALDO ANAYA OLIVER   Para ser campeón olímpico se necesita tener una perseverancia rayana en la necedad. Por lo menos eso se desprende de las palabras de Guillermo Pérez Sandoval, medalla de oro en […]

Guillermo Pérez tuvo que enfrentar muchos reveses antes de acudir a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 ¡en donde salió campeón!

OSVALDO ANAYA OLIVER

 

Para ser campeón olímpico se necesita tener una perseverancia rayana en la necedad. Por lo menos eso se desprende de las palabras de Guillermo Pérez Sandoval, medalla de oro en taekwondo, categoría de -58 kilos, en Beijing 2008.

 

Faltó a la justa olímpica de Atenas 2004 por lesión. Perdió seis veces en el lapso de cuatro años contra Óscar Salazar. Y cuando por fin había obtenido el boleto a Beijing para nuestro país, lo tuvo que disputar en México contra… Óscar Salazar, quien ya había conquistado la plata en los JO de Atenas y quería su segunda presea olímpica.

 

Hay que agregar a la ecuación que Reynaldo, el padre de Óscar, era un entrenador con mucha influencia en la Federación por los éxitos de sus hijos y el suyo propio, pues en 1979 conquistó la plata en el Campeonato Mundial de Stuttgart. Iridia, también su hija, se colgó la de bronce en los JO de Atenas.

 

De acuerdo con una fuente de primera mano, cuando se supo que Guillermo había conseguido el boleto para México en el Preolímpico de Cali, Colombia (2007), Reynaldo, quien en ese entonces entrenaba a sus hijos por su cuenta, de inmediato exigió que su vástago disputara el puesto con Guillermo.

 

Cuando se le pregunta sobre el tema al propio Guillermo, ahora regidor del municipio de Uruapan, escueto, responde: “El boleto era para el país, no para el atleta, por eso después de ganarlo tuve que disputarlo con Óscar”.

 

Sin embargo, nuestra fuente, quien estuvo presente en ese encuentro en el Juan de la Barrera, nos comenta que el ambiente era totalmente en contra de Guillermo. Fue un cotejo muy disputado, lo ganó Guillermo apenas por un punto. Hubo abucheos, improperios, de parte de la gente que apoyaba a Óscar.

 

Por fin Pérez iría a unos Juegos Olímpicos, su sueño desde niño. Pero ¿el boleto había llegado a tiempo? Ya tendría 28 años para entonces.

SU ÍDOLO, WILLIAM DE JESÚS

 

Entrevistado en el Piso 51 de la Torre Mayor, Guillermo Pérez resume esta travesía a la gloria olímpica que le llevó 23 años de patadas y moretones.

 

“Llegar a unos Juegos Olímpicos para cualquier atleta es un sueño. Yo creo que el atleta aparte de que tiene que nacer, se tiene que hacer en el camino. Porque se requiere de mucho sacrificio, mucho esfuerzo representar a tu país en una justa tan importante como son los Juegos Olímpicos. Más en una disciplina como lo es el taekwondo en nuestro país. Todavía más cuando se cierran los filtros y de tu país solamente pueden ir cuatro atletas sabiendo que hay 16 divisiones. Es realmente complicado.

 

“Yo inicié esa travesía a los cinco años. Nunca fue con la ilusión de estar en unos Juegos Olímpicos en ese momento. Nací en Taretan (Michoacán). He vivido toda mi carrera deportiva en Uruapan, Michoacán. Al paso del tiempo, a los 12 años, tuve la oportunidad de ver en televisión los Juegos de Barcelona 92. Me toca ver a un mexicano que gana en mi deporte, William de Jesús. Gana la medalla de oro, aunque en ese momento el taekwondo era deporte de exhibición.

 

“Se me quedó grabado, siempre con la ilusión de algún día lograr lo que ese joven había hecho en ese momento. Tenía 12 años. Pasa el tiempo, 16 años para que yo pudiera consumar ese sueño. Desafortunadamente, en el transcurso sufrí lesiones, abandono, de dejar el deporte un año por lesión. Se complican las situaciones y es una manera de fortalecerme, espiritual y mentalmente, y salgo avante en ese momento para representar a mi país en unos Juegos Olímpicos”.

 

ÓSCAR SALAZAR, SU NÉMESIS

 

–Estuvo duro el selectivo, te tocó con Óscar Salazar.

 

–Sí. Yo integro la Selección en el año 2000. Vivo de 2000 a 2003 con varios de los medallistas, en ese tiempo estaban Víctor Estrada, Iridia Salazar, Oscar Salazar. Me toca vivir la etapa de 2000-2004 en la cual me lesiono, no puedo asistir (a Atenas). Ellos van a Juegos Olímpicos, compañeros míos, ganan medalla. Regresan de Juegos Olímpicos. Y cuando yo empiezo el ciclo de 2004-2008 para Beijing me toca enfrentarme a Oscar Salazar, uno de los atletas que yo consideraba mejores en nuestra disciplina, con un talentazo. Había competido con él bastantes ocasiones y nunca le había podido ganar, nos enfrentamos unas seis veces entre 2004 y 2008 y nunca le pude ganar, todas me ganó.

 

“En el último proceso, yo vengo de un Campeonato Mundial, medalla de plata (Beijing 2007). Voy al clasificatorio para Rio de Janeiro 2007 (Panamericanos) y pierdo (con Óscar Salazar). Él va a los Panamericanos, regresa. Me mandan a mí a ganar el boleto a Juegos Olímpicos en Colombia (Cali, diciembre de 2007). Cuando ya tengo el boleto que lo gano para mi país, me toca enfrentarlo en un evento en el Juan de la Barrera, previo a asistir a los Juegos Olímpicos. Ahí por primera ocasión le puedo ganar. A un medallista olímpico. Su papá era el entrenador nacional, yo entrenaba con José Luis Onofre. Es la primera vez que puedo representar a mi país en un evento tan importante como son Juegos Olímpicos, después de haberlo vencido, en una competencia que se transmite a nivel nacional y que realmente me deja muy satisfecho. Con base en mi tenacidad, persistencia, pude vencer a Oscar y representar a mi país en Juegos Olímpicos”.

 

UN DÍA INOLVIDABLE: 20 DE AGOSTO

 

Ya en Beijing, en el Gimnasio de la Universidad de Ciencia y Tecnología, le toca enfrentar al británico Michael Harvey, quizá de 17 o 18 años en el momento. Diez años más de experiencia que le sirvieron al mexicano para ganar por 3-2.

 

En la segunda ronda le toca con el representante de Afganistán, de nombre Rohulla Nikpai. También sale con la mano en alto (2-1). Ya en semifinales, las medallas estaban cerca. En la tercera ronda aseguraba metal o se quedaba al repechaje con posibilidad de alcanzar un bronce. O Nada.

 

Es cuando se enfrenta al tailandés Chutchawal Khawlaor, de 20 años, quien venía de ganar plata en el Campeonato Mundial de Beijing 2007. “Le logro ganar ¡ya iba embalado!”, comenta de esa victoria (3-1).

 

“Paso a la final, ya era de noche, yo empecé a competir a las nueve de la mañana (del 20 de agosto). A partir de las nueve de la noche se empieza a organizar la final. Yo estaba esperando el contendiente que me tocaría. Se estaban disputando el lugar entre Ramos, el español, campeón del mundo, y Gabriel Mercedes, un contendiente al que había enfrentado bastantes veces. Logra él ganar, llega a la final”.

 

COMO SI FUERA UN AJEDREZ

 

Hacen su arribo los contendientes por la medalla de oro. El cansancio se ve reflejado en sus rostros. En las gradas hay un grupo de mexicanos vestidos de verde y algunos con sombreros echando porras. ¿Cómo llegaron ahí? Es un misterio.

 

Pérez y Mercedes se conocen bien. Tan bien que la estrategia jugará un papel más importante que la combatividad. Un ajedrez a patadas, podría decirse.

 

Fintas, aproximaciones, golpes errados. A un minuto del final del segundo asalto Pérez conecta una patada al pecho de contragolpe. Pero a 20 segundos de acabar el tercero y último episodio, Mercedes se apunta una patada de giro. Contundente, poderosa, que incluso sienta a Pérez. El duelo acaba en empate a uno.

 

“Llega la decisión de los jueces, donde me dan el triunfo por decisión de superioridad. En ese momento logro mi sueño: ser campeón olímpico en las Juegos de Beijing 2008, a las nueve de la noche de ese día, 20 de agosto”.

 

–¿Cuándo te cayó el veinte?

 

–Llegamos a México, te recibe la gente, tu gente en Michoacán, alrededor de 25 mil personas en la plaza de tu ciudad (Uruapan), te empiezan a entregar premios. Realmente es cuando te das cuenta de la magnitud de lo que has logrado. Te cae el veinte de que has hecho una hazaña para tu país y que hacía 24 años que no se ganaba una medalla de oro de un hombre. Desde Sidney 2000 con Soraya Jiménez (oro en pesas) México tenía ocho años de no haber ganado una medalla de oro. Se rompe una racha importante, me doy cuenta que soy medallista olímpico.

 

–En medallas de oro se pone el Himno Nacional, cuéntanos ese momento.

 

–Para mí fue el momento más importante y emotivo que tuve en los Juegos Olímpicos, porque pude poner en lo más alto a mi país. Pude escuchar el Himno Nacional, pude saludar a mi bandera, cantarlo con orgullo. La bandera se postró en lo más alto del podio. Pude demostrar que los mexicanos somos gente que puede alcanzar ese tipo de hazañas cuando te lo propones, lo sueñas, cuando lo trabajas toda una vida.

 

“Han pasado ya siete años. La medalla la tengo en mi casa, la he sacado. Cada que lo tocas, dicen que recordar es vivir. Vuelve a tu mente aquel día cuando estabas en el podio, cuando la besaste, cuando subiste a lo más alto. Cuando toda la gente estaba contenta y te llegaban mensajes de la gente que te conocía. Realmente para mí fue uno de los momentos más increíbles de mi vida deportiva”.

 

Seguro habrá una medalla en Río

 

Le preguntamos a Guillermo Pérez sobre las posibilidades del taekwondo en estos Juegos Olímpicos de Rio 2016 y asegura que, por lo menos, los representantes de México, cuyos nombres todavía no están asegurados, se traerán una medalla.

 

“Yo le veo un gran potencial a los jóvenes talentos. Esperando que México traiga al menos una medalla. Van cuatro a Juegos Olímpicos, esperamos en menos de 58, menos de 68 kilos es en donde tengo toda la confianza de que se pueda traer la medalla. No puedo decirte nombre porque todavía no se define quiénes nos van a representar, pero estoy seguro que nuevamente, por estadística y el nivel que tienen los jóvenes, México regesará de Río con una medalla en el taekwondo”.

 

–¿Y María del Rosario (Espinoza, oro en Beijing 2008 y bronce en Londres 2012)?

 

–Son sus terceros Juegos, lo veo un poco complicado, no imposible, pero la experiencia sin duda le puede ayudar bastante. Yo creo que puede repetir con una tercera medalla olímpica, que haría historia. La catapultaría a ser la máxima ganadora en diferentes Juegos Olímpicos de nuestro país.

 

–Además se adaptó a las nuevas reglas ¿no? Una de sus armas favoritas es el puño.

 

–Sí así es. Le costó tres o cuatro años poderse adaptar. Aun así saca la medalla de bronce en Londres y ahora la veo más asentada en este sistema, ya se acostumbró, ya se amoldó y parece que le ha agarrado muy bien y que está por encima de Briseida (Acosta) en este momento.

 

Memo Pérez ahora es regidor de Deporte y Juventud en el municipio de Uruapan. Profesor de taekwondo en su escuela, donde imparte clases a jóvenes. Es integral, hay gimnasio, spinning, en la misma ciudad de Uuruapan. (O. ANAYA)

 

FICHA:

 

Nombre: Guillermo Pérez Sandoval

Nacimiento: 14 de octubre de 1979

Lugar de nacimiento: Taretan, Michoacán

Deporte: Taekwondo

Máximo logro: Medalla de oro en los JO de Beijing 2008 (-58 kilos)

 

LOS 13 OROS DE MÉXICO EN JUEGOS OLÍMPICOS

 

1.- Humberto Mariles, ecuestres (salto individual), Londres 1948

2.- Humberto Mariles, Alberto Valdés y Rubén Uriza, ecuestres (salto por equipos), Londres 1948

3.- Joaquín Capilla, clavados (plataforma 10 metros), Melbourne 1956

4.- Ricardo Delgado, boxeo (51 kilos), México 1968

5.- Antonio Roldán, boxeo (57 kilos), México 1968

6.- Felipe Muñoz, natación (200 metros pecho), México 1968

7.- Daniel Bautista, marcha (20 kilómetros), Montreal 1976

8.- Raúl González, marcha (50 kilómetros), Los Angeles 1984

9.- Ernesto Canto, marcha (20 kilómetros), Los Angeles 1984

10.- Soraya Jiménez, pesas (58 kilos), Sidney 2000

11.- GUILLERMO PÉREZ, TAEKWONDO (-58 KILOS), BEIJING 2008

12.- María del Rosario Espinoza, taekwondo (+67 kilos), Beijing 2008

13.- Equipo de futbol soccer (varonil), Londres 2012

 


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