De los jugadores emblemáticos del equipo mexicano de voleibol varonil, los hermanos Jesús y Pedro Rangel, manifestaron su satisfacción porque su esfuerzo y entrega fue valorado por el máximo organismo del país.
Pedro Rangel, quien lleva más de 15 años en la selección mexicana, mencionó que su deporte ha mejorado, tanto en nivel deportivo como en desarrollo en México y una muestra de ello es que esta generación de jugadores terminó con una ausencia de 48 años de Juegos Olímpicos.
Indicó que ahora se debe seguir por el mismo sendero para que las nuevas generaciones sean en el voleibol de sala que hay material humano para conseguir los objetivos, y lograr otra clasificación para Tokio 2020.
“Es un logro importante para nuestro deporte, el haber clasificado a Juegos olímpicos nos tiene motivados de que cuando hay trabajo y entrega se pueden lograr los objetivos. Ahora nos toca dejar todo en Río de Janeiro”, mencionó.
Por su parte, Jesús comentó que México va a Río a pelear el tu por tu a equipos con experiencia olímpica y mundial, como Brasil, Canadá, Francia y Estados Unidos.
“La verdad es un grupo fuerte en donde nos ubicamos, vamos con la convicción de ganarlos; sabemos que es difícil por la calidad de los rivales, pero no podemos darnos por vencidos antes de jugar”, agregó.
Ambos jugadores son dos de los pilares del equipo nacional que por su experiencia fueron la base para la clasificación, junto con Tomas Aguilera, Carlos Guerra, Jorge Barajas, entre otros elementos.
Jesús señaló que ahora el voleibol mexicano tiene otro panorama y este resultado abrirá las puertas para que otros jugadores emigren al voleibol europeo como el caso de Guerra que está en Suiza y el de su hermano Pedro, que al final de los Juegos Olímpicos enrolara a un equipo de la liga portuguesa.
KAAT
