Las 500 millas Indianápolis, las cuales parecían estar pintadas para Fernando Alonso, se las terminó llevando el japonés Takuma Sato, quien ya había competido contra el español en la F1 a mediados de los 2000.
Sato, integrante del equipo Andretti, se llevó la victoria luego de imponerse en el duelo final al brasileño Castroneves, convirtiéndose en el primer nipón en ganar esta competición.
Por su parte, Fernando Alonso tuvo que abandonar la carrera a falta de 21 vueltas, consecuencia de un problema en el motor de su vehículo.
Hasta entonces el piloto español estaba liderando la carrera, incluso en algunas vueltas juntos a sus compañeros de equipo.
En la vuelta 52 de la carrera, cuando Fernando Alonso era líder sobre Alexander Rossi, se dio un aparatoso incidente. El piloto de Honda, Jay Howard perdió el control y se impactó contra Scott Dixon, el gran favorito para llevarse la victoria. Afortunadamente Dixon logró salir del vehículo bajo su propio pie.
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