Sin duda, la derrota de los Atlanta Falcons en el Super Bowl LI fue muy dolorosa para sus aficionados, pero también otro equipo de la División Sur de la Conferencia Nacional tuvo un año para el olvido.
Los Carolina Panthers fueron la mayor decepción de la campaña al finalizar con marca de 6-10, la peor desde 2011. El equipo de Ron Rivera llegó a la temporada como el campeón defensor de la NFC, luego de caer en la edición 50 del Super Domingo ante los Denver Broncos.
Un año antes fueron la mejor escuadra de la NFL al finalizar con solo una derrota en temporada regular (15-1), por lo que todos esperaban que estuvieran de vuelta en la cima del Sur y peleando en la postemporada, sin embargo, las cosas salieron muy mal para los felinos.
A pesar de que el equipo tuvo peores temporadas antes (2-14 en 2010), esta temporada fue calificada como el mayor fracaso por un equipo profesional en Carolina, ya que se esperaba mucho de Cam Newton y compañía.
Newton, quien tuvo algunas diferencias con el coach y fue suspendido un partido por no usar corbata, lanzó 14 intercepciones, la segunda mayor cantidad en su carrera, además, fue su peor campaña por la vía terrestre con 359 yardas y cinco touchdowns.
Tras la salida de los esquineros Josh Norman y Charles Tillman, su defensiva contra el pase fue la número 29 en yardas permitidas por partido, lo cual no le ayudó mucho para ganar los partidos apretados. Tuvieron seis derrotas por tres o menos puntos.
Después de perder por una conmoción a su líder a la defensiva, el linebacker Luke Kuechly, los Panthers vivieron su peor momento al ser humillados en televisión nacional por los Seattle Seahawks, al permitir 40 puntos y 534 yardas totales.
Se convirtieron en el primer equipo en la historia de la liga en no calificar a playoffs después de finalizar 15-1 una campaña antes. Desde 2008, ningún equipo que había llegado al Super Bowl no había avanzado a postemporada un año después.
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RVT
