Sólo un país como los Estados Unidos podría comercializar en televisión y hacer de el Scouting Combine, lo que actualmente es: una serie de pruebas físicas o try-outs para poder entrar al seleccionado grupo de atletas que participa en la NFL. Entonces ¿por qué todos los amantes de este deporte nos mantenemos pendientes?
Un mal desempeño en este escenario puede destruir una carrera profesional antes siquiera de que empiece. Tal es el ejemplo de Tajh Boyd, quarterback de Clemson, que rompió varios récords en su carrera colegial en la ACC (Atlantic Coast Conference). No estaba proyectado como el mejor QB del draft del 2014, tampoco como el peor y sus probabilidades en la liga profesional no eran solamente ilusiones.
Una mala tarde en el NFL Scouting Combine 2014 lo hizo perder mucho crédito como prospecto. Hoy es agente libre, después de pasar por los equipos de práctica de los Jets y Steelers, así como jugar brevemente en la CFL (Canadian Football League) con Winnipeg y Montreal.
Para los scouts, este evento es muy importante porque demuestra las aptitudes físicas de un atleta, a desarrollar a lo largo de su carrera, una vez que esté en manos de una franquicia profesional.
Las 40 yardas, por ejemplo: es quizás la prueba en la que más se fijan los equipos. No simplemente por parecer un concurso de atletismo. Está comprobado que a mayor velocidad en las 40 yardas, más rápido puede moverse y reaccionar un jugador en una situación real de partido. Lo mismo con las prueba de los conos, evidencian la capacidad de un sujeto de hacer cambios de dirección, aplicados constantemente en todas las posiciones del juego.
Los saltos vertical y horizontal, son una forma de medir la potencia física de los prospectos. Esta es vital en el fútbol americano, ya que la explosión por parte de los candidatos en las primeras milésimas de segundo de cada jugada, determinan el éxito o fracaso de esta.
La prueba de bench press, en la cual se miden el número de repeticiones que puede hacer un sujeto (levantando cien kilos), exhibe la fuerza del candidato. Casi todas las posiciones (excepto quarterback, quizás) requieren bloqueo o contrabloqueo y tackleo evidentemente; por lo que el bench press cuantifica la fuerza que se tiene para mover otro individuo con los brazos y pecho.
Te puede interesar: Estadio de los Vikings, trampa mortal para aves
Los drills (aquellos con balón, dummies y que varían por posición) son para poder apreciar el “instinto” de los atletas dentro de un campo, en una situación real de juego. Dependiendo la posición, varía el ejercicio que se desempeña, pero esta práctica combina lo físico con lo futbolístico.
Otro aspecto muy importante es que el atletismo ayuda a prevenir lesiones. Tyrann Mathieu era un prospecto premium que se perdió su último año en LSU por consumo de mariguana y después no tuvo un buen Scouting Combine. Sólo logró 4 repeticiones en bench press y 34” en salto vertical.
Arizona se arriesgó con el, principalmente por intervención de Patrick Peterson, quien fue su compañero en Louisiana State. Mathieu es un ejemplo, al cambiar completamente su vida, vencer su adicción a la hierba y tener un desempeño brillante dentro y fuera del campo.
La apuesta rindió frutos, ya que el “honey badger” se convirtió en líder de la defensa rápidamente; sin embargo, su falta de atleticismo durante su época difícil puede haber sido factor para que sufriera dos roturas del ligamentos en la rodilla, temporadas 2013 y 2015 ,que lo hicieron perder instancias importantes de la campaña.
Concluyendo, las pruebas en el Combine pueden parecer subjetivas o arbitrarias, pero son la única forma en la cual un visor puede evaluar el rendimiento atlético de un prospecto, el cual es determinante para su futuro en una liga donde no se pueden conceder ventajas en ningún momento.
Síguenos en Twitter: @EstadioDeportes
PFMC
