Madrid, España.- Pamplona vivió hoy el último encierro de la Feria de San Fermín, con ningún mozo corneado, en una carrera rápida, de dos minutos 20 segundos, protagonizada por los toros de la ganadería de Miura.
Los toros demostraron su tradicional nobleza ya que en ningún momento protagonizaron ninguna clase de embestida a mozo alguno, aunque nueve fueron trasladados al hospital por traumatismos.
Los astados no pudieron evitar crear peligro en la bajada del Callejón cuando uno de ellos resbaló, y poco después cuando varios mozos formaron un pequeño montón con la consiguiente llegada de los toros.
Los toros comenzaron el encierro muy hermanados y a gran velocidad sin distraerse en ningún momento con las carreras de los mozos que les rodeaban.
Con la llegada de los toros a la curva de la calle Estafeta, un astado colorado se adelantó a sus hermanos, para pasar a encabezar a la manada, junto a la venida de otros dos toros poco después.
En este tramo, uno de estos tres toros de cabeza enganchó con su cuerno derecho la camiseta de un mozo, rompiendo la tela de la misma pero sin herirlo.
En la bajada del Callejón uno tropezó y cayó de lado, impactando en las piernas de un corredor que estaba en el suelo, pero no tuvo problemas en reincorporarse a la carrera del resto de astados.
Nada más entrar en la Plaza de Toros, los astados se toparon con un pequeño montón formado por algunos mozos, que sin embargo, no sufrieron incidentes de gravedad.
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MASR
