El hombre detrás de la máscara de Plata

 

Un día como hoy, pero de 1917, nació la máxima leyenda de la lucha libre mexicana: El Santo

 

Este viernes, los cuadriláteros de todo México están de fiesta.

 

Un día como hoy, pero de 1917, en Tulancingo, Hidalgo, nacía quien se convertiría en la máxima leyenda de la lucha libre mexicana y en incomparable ícono de la cultura nacional: El Santo, el Enmascarado de Plata.

 

El debut de Rodolfo Guzmán Huerta fue el 28 de abril de 1934, en la Arena Peralvillo, donde usó su propio nombre para luchar. Tras ser simplemente Rodolfo Guzmán, El Santo usó otros nombres como “Rudy Guzmán”, “El Hombre Rojo”, “El Enmascarado”, “El incógnito”, “El Demonio Negro” y “El Murciélago II”. Este último le trajo problemas con Jesús Velázquez, el Murciélago original, aunque, tras petición de la Comisión Mexicana de Boxeo y Lucha accedió a quitárselo.

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Fue en 1942 cuando Guzmán comenzó a usar el nombre que lo haría leyenda y todo gracias a Jesús Lomelí, su entrenador. En aquel año, Lomelí quiso que su equipo de lucha libre usara vestimenta plateada y a Rodolfo le dio a elegir entre tres nombres: El Ángel, El Demonio o El Santo. La elección todos la conocemos y, en ese año, El Santo saltó al ring por el bando de los rudos para comenzar una larga carrera llena de éxitos.

 

El Santo consiguió en su carrera las máscaras de Black Shadow, Espanto I, El Gladiador además de las cabelleras del Perro Aguayo, René Guajardo y Bobby Bonales.

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En 1952, El Santo saltó del ring a los cómics con la historieta ‘Santo, El Enmascarado de Plata’. Sin embargo, ya que los primeros títulos usaban fotos del rey del pancracio, hubo problemas legales y la revista fue retirada hasta la década de los 80s, cuando fue distribuída.

 

El Santo recibió la propuesta de actuar en el cine y fueron ‘Santo contra el Cerebro del Mal’ y ‘Santo contra los Hombres Infernales’, de 1958, las primeras intervenciones en la pantalla grande de Guzmán Huerta.

 

Como dato curioso, ‘Santo contra el Cerebro del Mal’ fue filmada en Cuba, y su rodaje terminó exactamente un día antes que Fidel Castro entrara en La Habana y se declarara la victoria de la revolución cubana.

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El 5 de febrero de 1984, tras sufrir un infarto al miocardio, El Santo dejaba este mundo, pero su leyenda, aquella que sigue traspasando fronteras, seguía creciendo dentro y fuera de los encordados.

 

¿Sabías qué? El Santo participó en más de 50 películas a lo largo de su vida.

 

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MASR


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