“Soy orgullosamente politécnico y cien por ciento burro blanco”, así de tajante comenzó la charla con el ‘Eléctrico’, luchador enmascarado actualmente campeón nacional ligero por parte del Consejo Mundial de Lucha Libre.
Egresado de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), perteneciente al Instituto Politécnico Nacional, el gladiador nos contó cómo inició está doble faceta en su vida.
“Mientras estaba estudiando ingenieria eléctrica en Zacatenco se me dio la oportunidad de ser luchador profesional y ahí es cuando me decidí adoptar el nombre de ‘Eléctrico’. De luchador profesional llevo 12 años, comencé en el 2006 y en el 2007 entré al CMLL. Aquí en la empresa me han dado muchas oportunidades, yo empecé en el concepto de las pequeñas estrellas, que son luchadores que miden de 1.60 para abajo, actualmente soy el campeón nacional ligero”, comentó.
Con 32 años, ‘Eléctrico’ es un ejemplo a seguir para todos los luchadores, ya que nunca ha dejado los estudios y compagina perfectamente su trabajo arriba del ring con las aulas universitarias.
“Hace un año terminé mi maestría en ingeniero en sistemas, igualmente en el IPN Zacatenco. La idea es proseguir y me estoy preparando para hacer un doctorado en energía con sede en ESIME, es un poco complicado entrar a un doctorado, pero vamos poco a poco”, explicó.
Además de tener en su vitrina la máscara de Pequeño Warrior, los objetivos del luchador es ser aún más reconocido, ganar más máscaras y cabelleras, pero también en su mente está el ser maestro. Y es que la docencia, la cual practicó por algunos meses, le tocó lo más profundo de su ser para encontrar esa vocación.
“Tuve la oportunidad de dar clases, ya que hace cinco años tuve una fractura de tibia y estuve fuera 9 meses del ring, y entonces ahí se me abrió la oportunidad de dar clases de preparatoria y secuandaria abierta. Di clases de matematicas, y después una persona que me conoció ahí me dió la oportunidad de dar clases en la Universidad Abierta y a Distancia de México y ahí enseñé estadística básica por un cuatrimestre”, recordó.
“Me gustó esa faceta de dar clases, sobre todo matemáticas y física, ya que son de las materias que todos le tienen miedo, pero trataba de que se les hiciera fácil y sobre todo que la clase fuera amena. Les daba ejemplos de la vida cotidiana y les gustaba mucho a mis alumnos”, explicó.
El luchador sabe perfectamente que su carrera deportiva no puede durar muchos años, debido a todas las lesiones que es propenso, por lo que está viendo otras opciones laborales.
“Tengo dos planes, primero es ser docente en el Politécnico, o entrar al CENACE (Centro Nacional de Contro de Energia) para laborar ahí, cualquiera de estos yo estoy listo para ejercer”, sentenció.
