Eugenio Ruiz Orozco es un nombre que pasará a la historia del Atlas, pues fue el Presidente que decidió vender al equipo de futbol, después de múltiples problemas económicos, y de los señalamientos de que era insostenible tener más de 120 propietarios, dio el paso y concretó la venta a televisora Azteca, aunque nada más cedieron los derechos del equipo de futbol, los clubes siguen siendo de los socios.
En su papel como Presidente de los clubes de Atlas, Ruiz Orozco opinó de la actualidad del equipo de futbol, que a pesar de que tiene solvencia económica, se ha venido sumiendo en los malos resultados.
“Los propietarios y la directiva han hecho un gran esfuerzo; el fútbol es muy complejo, no es una actividad fácil y efectivamente los resultados no son los que ellos quieren, porque ha habido inversión, cambio de entrenadores, un esfuerzo, ¿qué sucede?, que es complicado. Yo creo que tarde o temprano van a encontrar la fórmula y nos van a dar satisfacciones”, aseguró Ruiz Orozco.
“No sé qué no se ha hecho bien, los resultados son los que califican a la gente, pero se han traído buenos entrenadores, jugadores, ha habido disposición, pero el fútbol es complejo”.
Ruiz Orozco recordó su momento como directivo del Atlas, en donde recibió consejos que ahora él manda a los actuales dirigentes, en la búsqueda de que puedan enmendar el rumbo y salir de los malos resultados.
“Algo falta, a lo mejor suerte. Cuando nosotros manejamos el club, Pavel Pardo me dijo un día: ‘Primero necesita dinero, jugadores, un buen entrenador, necesita buenas relaciones en la Federación y suerte’, entonces yo creo que eso tendrá que llegar. No se va a repetir, las hemos pasado peores y estoy seguro que nos va a ir mejor”.
“Es evidente, están jugando finales los muchachos en la 17 y en la 20, entonces no creo; es cosa de tiempo, de madurar, de entender nuestra filosofía de vida, de adaptarse a las aspiraciones de la afición”.
Finalmente dijo una frase simple, por más que fueron criticados en su momento por la austeridad económica, la falta de pagos, el tener a tantos dueños y tantas opiniones, los tiempos no eran tan malos.
“A lo mejor no lo hicimos tan mal”, concluyó.
NGS
