América y su amargo festejo de centenario

 

En el ojo del huracán, el club América cumple 100 años de exitosa historia

Cuando parecía que todo estaba dispuesto para que este 12 de octubre el Club América celebrará en grande sus 100 años de vida, todo se cayó en los últimos meses. Hoy, inmerso en el ojo del huracán por su irregularidad futbolística y los obligados cambios estrcuturales, el insípido festejo pasó a segundo término para buscar a como dé lugar alguno de los títulos prometidos por la directiva en este semestre y así recuperar el apoyo de sus afligidos aficionados.

Las contrataciones ‘bombas’ y los partidos con cuadros de élite mundial no se contemplaron para conmemorar una fecha importante para el equipo más ganador del futbol mexicano. En cambio, a pesar de la inconformidad de millones de aficionados, sí hubo tiempo para hacer ‘al vapor’ varias piezas conmemorativas (como videos, playeras, relojes, chamarras y billetes de lotería) que poco tienen que ver con la identidad azulcema y que por supuesto, fueron criticadas por la opinión pública.

Ricardo Pelaez y Jose Romano en la presentación del pastel conmemorativo de los 100 años.

Después de entregar buenos resultados desde su llegada al club en el Apertura 2011 (cinco finales disputadas y cuatro títulos en casi cinco años), la directiva encabezada por Ricardo Peláez, presidente deportivo, y José Romano, presidente ejecutivo, cometió pocos, pero soberbios errores en el momento menos oportuno para el americanismo.

Mantener en el banquillo a un técnico débil de carácter y con poca afinidad como Ignacio Ambriz; reforzarse con el paraguayo Bruno Valdez, el ecuatoriano Renato Ibarra y el argentino Silvio Romero, elementos con escaso renombre como el que acostumbraban los de Coapa; y no escuchar a los aficionados y olvidarse de los personajes históricos que tantas glorias le dieron en el pasado, fueron tal vez sus peores pecados.

Bruno Valdez, Silvio Romero y Renato Ibarra, refuerzos para el Apertura 2016. Foto: Mexsport

La falta de planeación y los supuestos problemas financieros obligaron a los directivos del club (propiedad de Televisa) a fijar la postura de que ningún jugador ni equipo de renombre eran necesarios para conmemorar un momento trascendental, que ninguno de los que forman a la institución, volverán a vivir. Es la primera ocasión que (los cremas, canarios, millonetas, azulcremas, águilas o como le quieran llamar)  no están dentro de las tres plantillas más caras del futbol mexicano.

Si bien luce complicado que América consiga un heroico triplete, por el poco tiempo que tiene para reestructurarse, las posibilidades de que las Águilas resurjan como el ‘ave fénix’ mantiene ilusionado al americanismo, que está acostumbrado al protagonismo por sus grandes hazañas, como la de aquel campeonato que rescataron en la épica final del Clausura 2013 ante Cruz Azul.

Aunque los números no son del todo malos y los táctico se pueden pulir, el conjunto arrastra problemas de indisciplina que le han costado desde hace varios torneos. Ahora, con la mano dura del técnico Ricardo Antonio La Volpe, se espera que el cuadro capitalino supere las continuas expulsiones y recupere al vestidor y a los líderes que se perdieron con su anterior estratega.

Ricardo La Volpe llegó para levantar el vuelo. Foto: Mexsport

Hasta diciembre próximo, el reto es mayúsculo ya que con el experimentado ‘Bigotón’ (quien en 33 años apenas tiene un título de liga), los azulcremas están obligados a engalanar sus vitrinas con un nuevo trofeo que los reivindique como el conjunto ‘más grande’ del balompié azteca. Hoy América cuenta con 37 títulos oficiales (4 en la era amateur, 12 en la época profesional, 6 de Copa, 5 de Campeón de Campeones, 7 de ‘Concachampions’, 2 Copas Interamericanas y una Copa de Gigantes de Concacaf) mientras que Chivas, su más cercano perseguidor, tiene 35.

Aunque sus detractores disfrutan de la amargura y del desgastado discurso de que buscarán los títulos, los emplumados están heridos y buscarán revancha con las piezas que tienen para evitar arrastrar el prestigio del club y esperar a los 200 años de su fundación. No obstante, recuperar la mística es la pronta exigencia para el equipo más popular, más querido y también más odiado de México.

 

 

 

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ICE


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