Hablar del arbitraje es tocar uno de los temas más controversiales del futbol, sobre todo cuando toca turno de abordar el dudoso desempeño de los silbantes y de cómo sus fallos pueden atraer consecuencias graves para uno o ambos equipos que están siendo arbitrados.
Este año la liga mexicana careció de silbantes e inclusive se habló de la supuesta ‘limpieza’ realizada por Arturo Brizio Carter en el espectro arbitral, con la intención de renovar y mejorar su función en las canchas, sobre todo después de dos finales (Torneo Apertura 2016 y en la del Clausura 2017) en las que para muchos, las decisiones de los silbantes claramente influyeron a favor de los equipos que se coronaron campeones y perjudicaron a los clubes que se quedaron a un paso de obtener la victoria.
En el Torneo Apertura 2016, la final entre Tigres y América estuvo dirigida en el partido de ida por el silbante Paul Enrique Delgadillo, quien no pudo evitar entrar en polémica tras marcar un dudoso penalti a favor del club azulcrema, oportunidad que posteriormente desaprovecharía el seleccionado Oribe Peralta, en cambio, el delantero francés André Pierre Gignac, se retiró lesionado del partido tras sufrir una falta dentro del área que Delgadillo jamás marcó.
Para la vuelta, la polémica se tornó más intensa, pues el silbante Jorge Isaac Rojas no marcó faltas muy claras que inclusive eran de penalti, y al final del partido expulsó a Paolo Goltz con la justificación de haberse involucrado en la gran trifulca entre ‘águilas’ y ‘tigres’, sin embargo éste no participó en la confrontación, pues quien realmente había estado enredado en el conflicto fue Michael Arroyo, a quien se le debía sacar el cartón rojo.
En el Clausura 2017, la final se llevó a cabo entre Chivas y Tigres, pitada por el silbante Luis Enrique Santander, de quien se puso en duda su labor arbitral, al no marcar un penal a favor del delantero argentino Ismael Sosa, quien minutos antes de finalizar el encuentro sufrió una falta por parte del histórico Carlos Salcido, este hecho desde luego causó revuelo tras la coronación de Chivas como campeón, pues pudo ser una oportunidad para los Tigres de igualar el partido, incluso el argentino declaró en varias ocasiones que era una “vergüenza” que el árbitro les hubiera “robado el partido”.
Cabe mencionar que tras la ‘limpieza’ de Brizio, Paul Delgadillo no aprobó los exámenes físicos, prueba esencial para poder dirigir partidos de liguilla, por otro lado, Santander, curiosamente no volvió a pitar encuentros del Guadalajara en el Apertura 2017.
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JICE
