Son dos las características que Cruz Azul no quisiera tener pero parece tener arraigadas. Una, la más conocida, es la maldición que no le permite salir campeón de liga pero uno de los tantos motivos por los que no lo logra podría estar relacionado con el segundo factor que caracteriza a la ‘Maquina’, y es que en cuanto a ‘bombazos’, el club capitalino parece no haber encontrado la fórmula.
Muchos jugadores han llegado con gran cartel y se han ido como grandes decepciones. El más reciente caso es el de Alejandro Faurlin, quien llegó como refuerzo estelar para el Apertura 2017 pero tan solo 6 meses después y con solo 13 minutos en liga, no entra en los planes de Pedro Caixinha.
Cruz Azul puede recordarnos a varios elementos que como el mediocampista argentino, se han marchado sin dejar ni la más mínima impresión, se grata o negativa. Algunos ejemplos a continuación.
Carlos Lizarazo
Volante colombiano de 26 años que llegó en 2015, estuvo y se fue de Cruz Azul lesionado, sin disputar un solo minuto.
Federico Carrizo
Extremo argentino de 26 años que llegó a Cruz Azul en el Apertura 2015. 4 partidos le bastaron a Carrizo para volver desde donde vino (Boca Juniors) y dejar poco o nada en Cruz Azul durante su estancia.
Hernán Bernardello
Medio centro argentino de 31 años que llegó con gran cartel a México, y si bien de todos los anteriores fue quien tuvo más actividad, 12 partidos no bastaron para echar raíces en el Cruz Azul del 2014.
Roberto ‘Búfalo’ Ovelar
Delantero paraguayo que llegó a Cruz Azul en 2009. Se puso la camiseta celeste en 5 partidos pero en ninguna ocasión la sudó. El ‘Búfalo’ solo disputó 201 minutos con Cruz Azul para volver de donde vino, Perú.
Como ellos, más nombres han llegado para irse a Cruz Azul. ¿Será el caso de los nuevos refuerzos de cara al Clausura 2018?
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ASC
