Bélgica le hace la diablura a Irlanda

 

Con autoridad, la selección de Bélgica se impuso 3-0 a República de Irlanda, en cotejo perteneciente al Grupo E de la Eurocopa Francia 2016 efectuado en el Stade de Bordeaux.

Los “Diablos Rojos” obtuvieron sus primeros puntos en el certamen continental de la mano de Romelu Lukaku, autor de un doblete en los minutos 48 y 70, así como de Axel Witsel, quien colaboró en el marcador al 61.

De esta manera, la escuadra dirigida por Marc Wilmots y que protagonizó una estupenda ronda de clasificación brincó al segundo puesto del sector con tres unidades, sólo detrás de la ya clasificada Italia.

Por su parte, el conjunto “verde” cayó al fondo del contingente con un punto y para colmo, dejó su departamento de diferencia de goles con un menos tres, que le puede costar la eliminación.

En el papel y en la historia los belgas partían como favoritos, pues defendían un periodo de 50 años invictos ante los irlandeses; como motivación extra, Kevin de Bruyne sí pudo participar desde el arranque pese a la incertidumbre por su estado físico y, a final de cuentas, fue uno de los hombres más importantes del juego.

La primera de cuidado fue para los “Diablos Rojos”, en un tiro de esquina al minuto 13 que con potente cabezazo conectó Toby Alderweireld; sin embargo, el esférico sólo coqueteó con el poste derecho.

Al 21 tocó la puerta Eden Hazard, aunque le falló la precisión y el balón se marchó por encima de la cabaña vigilada por Darren Randolph; cuatro minutos más tarde, los seguidores belgas ahogaron su grito de gol porque Yannick Carrasco estaba en posición adelantada al momento de enviar la pelota al fondo de las redes.

Los “diablos” no daban tregua a sus oponentes y movían el balón orquestados por De Bruyne, quien al 42 confirmó su talento a la hora de poner asistencias y le cedió la gloria a Alderweireld, pero el testarazo de éste lo sacó el mediocampista Wes Hoolahan, con un providencial despeje bajo los tres palos.

El esfuerzo de los belgas trajo dividendos hasta el segundo tiempo, al 48, mediante un zurdazo de Lukaku, quien recibió el esférico tras un contragolpe fantástico de Kevin de Bruyne y colocó el merecido 1-0.

En el 61 se registró el 2-0, patrocinado por un cabezazo de Witsel, el cual significó “la cereza en el pastel” para una vistosa jugada compuesta por 28 pases interrumpidos.

Pese a que la victoria estaba prácticamente en la bolsa “escarlata”, lo cierto es que no todo fue “miel sobre hojuelas”, debido a las lesiones de Mousa Dembélé y Carrasco, quienes abandonaron el campo casi después de cada gol belga, de forma respectiva.

Al 70, para dar cerrojazo al trámite, Hazard galopó a toda velocidad en un contraataque y sirvió para que Lukaku fusilara a placer al arquero enemigo, en acción que trajo el 3-0 definitivo, pues si bien Irlanda buscó “el de la honra” en el resto del partido, no pudo capitalizar un par de ocasiones francas.

El arbitraje de este compromiso corrió a cargo del turco Cuneyt Çakir, quien únicamente amonestó a Thomas Vermaelen por la escuadra vencedora y a Jeff Hendrick por parte del cuadro dirigido por el norirlandés Martin O’Neill.

 

 

 

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