Lo que estaba planeado para generar miedo, división, incertidumbre y tristeza; ha terminado por unir a dos equipos, dos aficiones y dos países, en una noche que terminó siendo gloriosa para el balompié europeo.
El incidente ocurrió a 10 kilómetros del estadio donde se jugaría la ida, entre Borussia Dortmund y el Mónaco de cuarto de final de Champions League.
El camión del Borussia iba en marcha, cuando fue objetivo de tres explosiones, que cimbraron el vehículo y dejaron lastimado al defensa Marc Bartra, quien será operado, a causa un proyectil que se impactó en su muñeca.
“La policia actuó muy rapido. Estamos todos muy conmovidos, nadie pensó que había un partido de fútbol minutos despues”, confesó Roman Bürki, portero suplente de los amarillos.
Momentos después de ser enterados los aficionados que ya estaban dentro del inmueble, la hinchada del Mónaco comenzó a vitorear y cantar a la escuadra rival, como un acto de apoyo y de solidaridad con los fanáticos alemanes, que se encontraban vivamente consternados.
Una vez que se anunció la recalendarización del cotejo, para el miércoles 12 de abril a las 11:45 (tiempo de México), los fans de Dortmund respondieron la cortesía de los franceses, al alojarlos en sus casas para pasar la noche y poder asistir al partido mañana.
Varias fotos en redes sociales exhibieron para el mundo la muestra de fair play de estas dos aficiones. En las imágenes, hinchas de ambos equipos salían cenando o conviviendo, en casa de los teutones, que serán huéspedes.
Cada quien con la playera de su equipo, pero esta noche no habrá rivalidad. Gestos de grandeza como este, nos recuerdan por qué los deportes son tan importantes en la vida de las naciones y van más allá de un simple “juego”.
“El fútbol es lo más importante entre lo menos importante”: Jorge Valdano.
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