Unos cuantos metros son los que separan a las estrellas del futbol, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo en el muelle Marina Botafoch, en Ibiza.
Son dos barcos los que separan las naves del portugués y el argentino, campeón de la Euro uno y subcampeón de América el otro. Aficionados que ‘cazaban’ a Lio, vieron bajar de un auto oscuro a Cristiano junto a familiares y amigos quienes navegaron buscando aguas más tranquilas.
Messi lleva ya días en las Baleares, junto a su esposa y sus hijos en el mismo destino turístico que antes ha elegido y donde parece reflexionar sobre su futuro con el Barcelona y también con la albiceleste.
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MASR