Entre lágrimas y aplausos, alrededor de cien mil personas, entre las cuales se encontraban el presidente de la FIFA, Giorgio Infantino, y jugadores como Figo y Puyol, se dieron cita en la Arena de Condá para despedir por última vez a las víctimas del accidente áereo de Chapecoense que acabo con la vida de más de 77 personas en Medellín, Colombia.
Cincuenta féretros arribaron cubiertos con los colores verdes del equipo y bajo un gran dispositivo de seguridad de los equipos militares, quienes rindieron honores al equipo brasileño desde su llegada al aeropuerto.
La ceremonia fue muy emotiva y el público rompió en llanto cuando en las pantallas, tanto interiores y exteriores del estadio, se presentaron imágenes de los jugadores. El clímax de la despedida se dio cuando todo el público se unió y rompió el clima de duelo con el grito de campeones.
Al protocolo también asistieron, el presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez y el entrenador de la selección brasileña, Tite.
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