La herida seguirá abierta por mucho tiempo para el Barcelona; jugadores, cuerpo técnico y afición. Tendrán que pasar al menos 4 meses para que los catalanes se quiten el sinsabor de haber perdido la Supercopa de España ante un Real Madrid que, cual expreso, les pasó por encima ante el intento de Ernesto Valverde por imponer un estilo que los culés no utilizan desde que Frank Rijkaard los dirigiera, y eso, en ocasiones.
Hasta el 20 de diciembre, que el clásico español tenga su primera edición de la campaña, la MS? podrá resarcir lo mostrado en este inicio de campaña que no promete títulos para lo barcelonistas.
Fue un 5 por 1 en el global que demostró cuanto extraña y extrañará el Barcelona a Neymar, mostrando que el ejemplo no reside solo en Messi; a esa máquina que fuera el Barcelona, quitándole alguno de los tres engranes en ataque o su medio bascular, Busquets, pierde todo tipo de presencia y amenaza. Gerard Deulofeu tiene un gran talento y proyección pero no es Neymar ni lo será, menos aún cuando el momento le exige serlo.
Y hablando de Gerard´s, el siempre polémico Pique ha salido a pronunciarse inferior al Madrid por primera vez desde que milita en Barcelona. Un central de alta categoría y grandísimo nivel pero poco entendimiento de dimensiones. Pudiera ser que este hablando por todo el equipo y entonces se podría entrar en debate pero conociéndole, muy seguramente se ha referido a su persona y nada más.
Así lo ha dicho como una de las reflexiones al finalizar el encuentro de vuelta por la Supercopa donde dijo “Esto es muy largo. En nueve años que estoy aquí, por primera vez me siento inferior al Madrid. Es cierto que han ganado la Champions, pero no hace mucho venimos al Bernabéu y ganamos”.
Recordar que ahora sienten esa “dicha” poco presumible de poder hacer “amargo” un campeonato de liga al no ser derrotados por el campeón. Así fue para el Madrid durante su permanencia en la sombra del Barça y parece que así será para los culés durante un tiempo que, de no concretarse ningún refuerzo importante, será prolongado y doloroso, a pesar de la intervención de Paulinho, que viene solo y únicamente a cubrir partidos de copa para cuando Sergio Busquets tenga ganas de descansar.
Madrid pegó y pegó no solo en la Supercopa, dio un mensaje inequívoco. Se ha cansado de ser el segundo y con Zidane a cargo no habrá quien permita que el Real Madrid no consiga la gloria, esa que regreso con la esencia de un grande, pero ojo que el orgullo adelanta pero también aplasta y para humildes de los merengues mejor no hablar.
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ASC