Vladimir Weiss, al minuto 32, y Marek Hamsik, al 45, se encargaron de dar la victoria a los eslovacos, mientras que Denis Glushakov, al 80, puso un poco de emoción al cotejo al recortar distancias para los rusos.
De este modo, Eslovaquia sumó sus tres primeras unidades como país independiente en una Eurocopa, en tanto que Rusia se quedó con un punto y todavía con la cara de pena tras el comportamiento de sus seguidores, que sostuvieron un altercado con sus homólogos ingleses en la primera jornada.
Tras el escándalo de sus aficionados contra ingleses, que provocó la amenaza de dar de baja a ambas selección, Rusia trató de hacer de lado esa situación lamentable y responder a las expectativas dentro del terreno de juego contra los eslovacos, en un juego de dos conjuntos obligados por ganar para mantener viva la esperanza de avanzar a los octavos de final.
Dicha presión por el triunfo propició un compromiso equilibrado en medio campo, con pocas llegadas de peligro de gol en la primera mitad hasta que apareció el talento del eslovaco Marek Hamsik para marcar diferencias.
El escuadrón ruso intentó con un cabezazo de Artem Dzyuba y un disparo raso de larga distancia de Fedor Smolov que pasó cerca de la meta del portero Matus Kozakic. Después de esos arribos del equipo dirigido por Leonid Slutsky, despertó Eslovaquia.
Hamsik con la vista al frente mandó pase preciso al hueco para Weiss, quien ingresó al área, se quitó a dos defensores y disparó cruzado para dejar sin oportunidad al guardameta Igor Akinfeev y colocar el 1-0.
Los rusos sin capacidad de reacción volvieron apreciar el talento de Hamsik cuando antes del descanso recibió un cobro de tiro de esquina en corto, se deshizo de un marcador al ingresar al área y sacó potente remate para que el balón pegara en el poste y se metiera al fondo de las redes un golazo, que significó el 2-0 de un partido que parecía gris.
En la parte complementaria, el guión del partido fue claro, una Rusia con la tenencia del balón y una Eslovaquia replegada atrás pero siempre a la expectativa de liquidar el juego en contraataque. Pese a tener la pelota los rusos tuvieron poca claridad.
Sin embargo la emoción en el segundo tiempo se generó gracias al gol de Rusia en los últimos instantes, luego que un desborde por izquierda de Oleg Shatov para que Denis Glushakov cabeceó el esférico y decretó el 2-1.
Los rusos acabaron por colgar centro al área sin destinatario y Eslovaquia pidió el tiempo hasta que escuchó el silbatazo final y se quedó con el triunfo histórico, su primero en un Campeonato de Europa.
Rusia mostró un futbol chato, que si bien lo puede dejar fuera del certamen, la máxima preocupación es que en dos años albergará el Mundial, donde querrá evitar el ridículo.
El árbitro del encuentro fue el esloveno Damir Skomina, quien tuvo una labor aceptable y amonestó al eslovaco Jan Durica.
