La Selección Nacional tiene en la bolsa desde hace varios meses él boleto para el Mundial de Rusia, pero ¿tiene el futbol de nivel para disputar el torneo y buscar el tan mentado quinto partido?
Podrán decirme que desde que se amarró el pase a la Copa del Mundo el equipo entró en una etapa de relajamiento y que estaba por de más que los jugadores tomaran riesgos innecesarios, exponiendo el físico si ya todo estaba resuelto.
Eso para mí guarda una gran irresponsabilidad de rendimiento y lealtad para los colores que defienden y la gente que paga un boleto por verlos. Es como darle premio al conformismo y castigo al honor que representa ser seleccionado nacional.
El partido contra Trinidad y Tobago fue una muestra de carencia de espíritu, de ganas de agradar e ignorar a los que gentilmente llenaron el estadio. Esos que nunca fallan, los de la tribuna volvieron a disfrutar de la mediocridad de un equipo que, si bien, termina ganando 3-1, jugó lamentable balompié ante una selección con letrero de víctima.
Si los verdes se están pensando que en Honduras todo será vida entre algodones, están muy lejanos a la realidad. Jugar en San Pedro Sula, contra un equipo que se juega el prestigio, en una cancha donde se mete la pierna fuerte y sin guardarse nada para otro día. Haber a como se pone el kilo de patadas.
De no cambiar la filosofía, difícil será llegar y ganar ese quinto partido, así como nos pasó en México 86 donde se perdió con Alemania y que nunca lo hemos saboreado jugando fuera de casa.