El Morelos: Del monte a la grada

 

Podríamos estar viendo los últimos partidos de este estadio en primera división

Dicen los que han vivido de todo dentro del futbol que este es un deporte que te llena de pasión para toda la vida, pero que encuentra picos no en los momentos en que levantas las copas, sino en aquellos en que te juegas el descenso.

 

Morelia es una de esas plazas que ha vivido de todo y que hoy justamente, vive un momento en el que su último partido en casa en la Primera División (en un tiempo indefinido) puede ser el siguiente. En México se puede prever cuando se caerá en desgracia, tienen que pasar al menos tres años para llegar a este día pero, en la capital de Michoacán, tal vez, la incredulidad se les vaya cuando sea demasiado tarde.

 

Perosi casa, El Estadio morelos, también vivió otros tiempos…

 

Ocurrió en la inauguración del Mundial Sub-17 México 2011 que el estadio aún estaba cerrado a menos de 20 minutos de que se diera el silbatazo inicial. La expectación de tener un torneo global en suelo azteca despertó el interés en todas las plazas consideradas y fue Morelia la elegida para recibir al grupo del anfitrión y su primer encuentro ante Corea del Norte.

 

Así con el Estadio Morelos cerrado y la taquilla convertida en un caos, los aficionados se fueron formando alrededor del estadio conforme pudieron hacerlo y la única opción para algunas localidades (entre ellas la mía) fue irse subiendo al cerro que poco a poco se fue poblando hasta que 15 minutos antes del arranque del partido se abrieron las puertas.

 

Lo curioso era ver las filas verdes en las veredas que se abrieron entre arbustos secos, espinas, hoyos y polvo. Esa fue la manera en que los 34,312 aficionados que la FIFA reportó ese día avanzaron hasta la entrada y en mi caso ingresé justo cuando el himno de la FIFA sonaba con el ingreso de los equipos.

 

Ahí fue donde claramente entendí la frase del cronista Emilio Fernando Alonso que siempre habla del Estadio Generalísimo José María Morelos y Pavón (nombre completo) como aquel que está “Al pie del Cerro del Quinceo”.

 

Este estadio es la casa de Monarcas y fue inaugurado en 1989 cuando aún eran los Ates o los Canarios del Atlético Morelia, una de las pocas franquicias que se resistieron a la época corporativa  y que era operada por su dueño, Nicandro Ortiz, el entrenador Antonio “La Tota” Carbajal, y una secretaria en una pequeña oficina antes de ser adquiridos por Televisión Azteca a mediados de los 90.

 

Marco Antonio el  “Fantasma” Figueroa fue el primer héroe de ese estadio que también ha ovacionado el talento de Claudinho, Alex Fernández, Ángel David Comizzo y más recientemente Federico Vilar.

 

La historia señala que Morelia debía ser una de las sedes del Mundial de México 86, sin embargo a mediados de esa década el terreno elegido para erigir el coso fue el incorrecto y debieron parar la obra que terminó edificándose en Irapuato

 

Ya con la nueva ubicación, el séptimo estadio más grande de México se encuentra frente a la estación de autobuses de Morelia, y da la bienvenida a los paseantes que llegan por esa vía a la antigua Valladolid especialmente en noviembre para el Festival Miguel Bernal Jiménez con las mejores sinfónicas del mundo y para quienes acuden al Festival Internacional de Cine cada mes de octubre.

 

Su construcción permite tener buena visibilidad desde cualquier parte de la tribuna y tiene la particularidad de que las cabeceras son realmente cercanas a la portería pues cuentan sólo con 32 filas de asientos, tal como si se tratara de un teatro.
Curioso es que apenas en 2016 sumaron a su primer campeón de goleo en la historia, Raúl RuiDiaz, que logró en sus primeros 17 partidos en le club marcar 11 goles y lograr una hazaña que ninguno de sus históricos puede presumir y que a los seis meses de su llegada al club, le hizo merecedor de una placa en una de las fachadas del estadio.

 

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