El Racismo y la estupidez

 

En esa estúpida sinrazón del ser humano, hay actividades que bajo ninguna circunstancia se pueden permitir.

En esa estúpida sinrazón del ser humano, hay actividades que bajo ninguna circunstancia se pueden permitir. El racismo se ha vuelto a apoderar de las calles y de los pensamientos de esas mal llamadas minorías que ven atropellados sus derechos tan básicos como el de la vida misma.

Ante tal brutalidad, las voces de los deportistas de raza negra, influyentes en sus diferentes disciplinas se han manifestado para poner un alto a lo irracional. A la bárbara brutalidad.

Levantan la protesta los mariscales de campo de los 49ers de San Francisco Colin Kaepernick y Cam Newton de Carolina. Lejos de ver la realidad el público en general les reclama el desacato al himno de los Estados Unidos.

El grito contra el abuso cae en boca del basquetbolista LeBron James y la tenista Serena Williams cobrando valor y verdad inigualables.

Pero esto no es nuevo, recordar a los atletas norteamericanos de raza negra que han sido víctimas de esta aberración. Cassius Marcellus Clay Jr., Muhammad Ali, quién tras ganar la medalla de oro en boxeo en los juegos olímpicos de Roma no se le permitió el servicio en un restaurante de su natal Louisville. Ali arrojó la medalla al rio Ohio en señal de disgusto.

Jackie Robinson, primer pelotero negro en el béisbol de grandes ligas era separado, humillado y arrinconado por sus “compañeros” de los Dodgers de Brooklin.

En 1968 John Carlos y Tommy Smith ganaron oro y plata en los juegos olímpicos de México. Al subir al podio de la premiación de los 200 metros planos portaron un guante negro en señal de protesta y apoyo al black power. Los dos fueron corridos de los juegos.

Y así mil y un historias que al parecer no tienen ni tendrán fin mientras que alguien piense que por su raza es superior a otro ser humano.

 

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