A que mente brillante se le ocurre en la antesala del Mundial de Clubes y de la final en la liga anunciar la salida de Moisés Muñoz, portero leyenda que con sus goles y sensacionales atajadas les dio el campeonato en los tiempos de Miguel Herrera y Ricardo Peláez.
No se necesita mucha cabeza para imaginar la incertidumbre que vive Muñoz, aunque seguro trabajo no le va a faltar. Atlas levanta la mano, Xolos también dijo lo quiero y más ante el retiro de Federico Vilar.
Este asunto no se quedó así, los americanistas de a pie, los que pagan boleto, gritan y le cantan a sus ídolos hicieron vivos los reclamos justo antes que las Águilas tomaran el avión con destino final en Japón.
Mentadas de madre a granel, apoyo incondicional a Moisés y aunque los directivos colgaron la cara de enojo se tuvieron que tragar la furia de la nación americanista.
Dicen que la forma es fondo y cuando no hay ni respeto ni formas, el fondo es lo de menos.