El trauma de alta energía es uno de los más fatales episodios que un ser humano puede pasar, ya que estos son los causantes de tener la pérdida de un órgano o extremidad, incluso la muerte.
Dicho traumatismo de alta energía es provocado por una coalición entre dos objetos que forzosamente deben estar en movimiento, pero por lo menos uno de los dos debe estarlo. Las muertes después de dicho trauma de alta energía en los minutos siguientes es del 50%, en los siguientes minutos y las siguientes 2 horas suceden en 20% y las muertes tardías que se dan en los siguientes días a semanas esto dado por falla orgánica múltiple o sepsis.
Lo más común en un trauma de alta energía es un accidente automovilístico, claro está el más común es el auto de 4 ruedas, y el más peligroso el de moto. Hablando del más común, es decir, el de automóvil de 4 ruedas, cuando el paciente no sale eyectado de este, lo más probable es una lesión de viscera dentro de las más peligrosas son las del hígado. Por su puesto en estadística, la fractura de diferentes huesos desde la fractura llamada del chofer hasta grandes fracturas del fémur y grandes huesos. No queda descartado la fractura de cráneo y las consecuencias que lleva impactos como este provocando hematomas subdurales y epidurales que pueden llevarlos a la muerte.
Cuando el paciente sale del automóvil entonces el politrauma se hace presente y es más probable que el paciente se complique o muera. Entra entonces en todos estos contextos el sistema ATLS donde se atiende de manera oportuna mediante un protocolo ya establecido y con nomenclatura sencilla donde se recuerda la acción a seguir ABCDE.
La respuesta metabólica al trauma académicamente la hemos dividido en fases donde la respuesta del paciente se hace presente, al principio se realiza un aumento de las capacidades de reparación de los tejidos y posteriormente llega un periodo de baja de inmunidad y que es peligroso actuar sobre el cuerpo, al último vendrá una etapa más segura donde podemos continuar tratando incluso metabólica y quirúrgicamente a nuestro paciente politraumatizado.
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