Aprende a detectar la meningitis

 

En este Día Mundial de la Lucha contra la Meningitis (24 de abril), te contamos un poco sobre los síntomas, tratamientos y por qué es tan importante atender esta enfermedad.

Meningitis es el nombre que recibe la inflamación de la membrana que recubre el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). Este conjunto de células se llama meninges.

Dicha inflamación proviene de una infección, la cual puede ser contraída por medio de un virus, bacteria u hongos. Normalmente, el organismo se infecta a través de la nariz o la boca.

Al tratarse de una infección en el sistema nervioso, la meningitis se considera una emergencia médica y debe ser tratada de inmediato. De lo contrario, puede ocasionar la muerte o un serio daño a nivel cerebral y en la capacidad motriz y de habla.

Suele presentarse mayormente entre niños de 3 meses y 5 años, pero también los infantes mayores, adolescentes, adultos y adultos mayores son grupos vulnerables a esta.

Entre los síntomas están: fiebre repentina, dolor de cabeza intenso, rigidez de cuello, somnolencia, dolor de cuerpo y sensibilidad a la luz. Es decir, que si el posible paciente presenta fiebre sin señales de un cuadro gripal, podría tratarse de esta enfermedad.

La meningitis bacterial es la más grave de todas, su tasa de mortalidad es del 20% y se combate a través de una vacuna, que varía de acuerdo al tipo de bacteria que provocó la infección. La meningitis viral es mucho menos grave que la bacteriana y no requiere hospitalización.

La vacunación preventiva es la forma más eficaz de evitar contraer esta patología. Su contagio no es muy común, ya que el virus o bacteria no sobrevive en el aire, por lo que la fuente principal es el intercambio de saliva constante.

La meningitis puede sospecharse por los síntomas pero se diagnostica con un procedimiento médico llamado punción lumbar, que consiste en la inserción de una aguja especial dentro de la columna vertebral para extraer una muestra del Líquido cefalorraquídeo que rodea el Cerebro y la Médula espinal.

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PFMC


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