Hace 24 años, los ojos de todo el mundo estaban puestos sobre la patinadora estadounidense Tony Harding y este domingo volverán a estarlo, ya que su historia fue llevada a la pantalla grande y está nominada para ganar un Óscar.
En la edición 90 de los premios de la academia, la película “Yo, Tonya” podría conseguir la famosa estatuilla dorada en tres categorías (Mejor actriz, Mejor actriz secundaria y Mejor montaje). Es protagonizada por Margot Robbie y dirigida por Craig Gillespie.
Esta película narra la vida de la patinadora estadounidense, quien tuvo una infancia complicada con su madre y después de ser considerada como la mejor del mundo pasó a ser una vergüenza nacional.
Tras lograr algunas grandes actuaciones en Skate America y el Campeonato de Estados Unidos a los 21 años, Harding inició una gran rivalidad con su compatriota Nancy Kerrigan, la cual llegó a su punto más alto durante la preparación para los Juegos Olímpicos de Invierno de Lillehamer 1994.
Al finalizar un entrenamiento en Detroit, antes del campeonato nacional, un hombre golpeó con una bastón metálico las piernas de Kerrigan, por lo que todos inmediatamente culparon a Harding de lo sucedido. Rápidamente se confirmaron las sospechas y el agresor resultó ser un amigo de su ex esposo.
Harding pudo competir en los Juegos Olímpicos, pero no tuvo éxito y terminó en la octava posición, mientras que Kerrigan se colgó la medalla de plata. La patinadora reconoció después que sabía del plan para lastimar a su rival, pero que no lo dijo antes por miedo a su ex esposo, quien durante mucho tiempo la maltrató.
Luego de ser suspendida de toda competencia por este escándalo, Harding intentó continuar su carrera profesional en el boxeo, pero tampoco pudo destacar y en una ocasión tuvo que cancelar una pelea al ser amenazada de muerte.
Muchos años después aún no se ha podido confirmar si la patinadora estuvo involucrada en la planeación de la agresión, pero lo que es un hecho es que muchos no la han perdonado y probablemente nunca lo hagan.
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RVT
