Los Chicago Cubs Chicago fueron recibidos en la Casa Blanca por el presidente Barack Obama, tras la conquista de la Serie Mundial 2016 de las Grandes Ligas, el pasado 2 de noviembre.
Obama, quien es seguidor de Chicago White Sox, pero que apoyó a Cachorros en la Serie Mundial, indicó que el deporte siempre ha sido un motor de impacto benéfico en la sociedad, ya que tiene el poder de unir y armonizar a los individuos.
A cuatro días de dejar la presidencia de Estados Unidos en manos del candidato electo Donald Trump, Obama señaló que el deporte tiene que seguir con su misma esencia, la de unir a la sociedad, y más cuando un país está dividido.
“En toda nuestra historia el deporte ha tenido el poder de unirnos, incluso cuando el país ha estado dividido. El deporte cambia actitudes y la cultura en formas muy sutiles, pero que al final nos hace pensar en bien de un fin común”, aseveró el mandatario.
Durante la visita, Obama recibió una franela del club con su nombre grabado y el número 44, en referencia al lugar que tiene como presidente de la nación norteamericana, entre otros presentes que le dio la directiva.
Pese a ser seguidor de Medias Blancas, el rival vecino de Cachorros, Obama señaló estar satisfecho con su triunfo en la Serie Mundial, toda vez que le dieron una enorme alegría a millones de personas en la llamada “Ciudad de los Vientos”.
Además, esta visita quedó ya registrada como la última de un equipo deportivo a la Casa Blanca bajo el mandato de Obama, quien el próximo viernes cederá el poder a Trump en una ceremonia que se llevará a cabo en esta capital estadounidense.
Los Cubs vencieron a los Cleveland Indians en siete disputados y reñidos encuentros, para conquistar la Serie Mundial 2016, luego de 108 largos años de espera.
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