“Estar aquí (Juegos Olímpicos) ya es importante y pasar a final es aún más, independiente de las marcas que se den todos estamos en las mismas condiciones, unos estamos muy bien y otros no tanto, y eso no desmotiva, sino al contrario”, mencionó.
Añadió que lo conseguido en Río es motivo para seguir con el trabajo a futuro, para no llegar a los eventos internacionales solo con expectativas, sino con la convicción de ocupar una buena posición en la prueba.
El saltador quintanarroense, pero que representa a Nuevo León, sostuvo que para llegar con mejor panorama se debe tener un plan de trabajo de tres años y no de cinco meses, que aunque fue corto, se llegó lejos en este tiempo.
“Con uno o dos años en que terminemos de conocernos se podrán lograr cosas mejores”, abundó.
Álvarez, quien pasó a la historia al ser el primer mexicano en estar en la final olímpica de salto triple, abundó que se dieron las cosas como se planearon y el siguiente paso es tener una mejor preparación, “la meta era llegar a la final y el momento de estar en esa etapa se estaba para saltar más de los 17”.
Y añadió: “nadie conocía el salto triple en México y estar en la final olímpica, además de ser histórico, marca una pauta muy grande para todas las generaciones y que vean que ya no es un sueño sino una meta a conseguir. Mi entrenador me dijo que saliera a buscar grandes cosas y se logró”.
¿SABÍAS QUÉ?
Alberto Álvarez inició su carrera deportiva como futbolista en el Playa del Carmen, pero por el acoso psicológico de un entrenador decidió cambiar de disciplina.
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