El Comité Olímpico Internacional invitó a la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, y a su antecesor, Lula da Silva, a la inauguración de los Juegos Olímpicos, y ambos declinaron la proposición
“Me siento madre de estas olimpiadas”, había dicho Roussef en una entrevista, en donde también confesó que el “papá” de los Juegos era Lula
Será el presidente interino, Michel Temer, quien asista en lugar de la presidenta y el ex mandatario, que habían sido invitados a la apertura el 5 de agosto en el estadio Maracaná.
La decisión de no asistir se debe al “denso” ambiente político que se vive para ambos personajes.
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BDR