BOGOTÁ (AP) — La Federación Colombiana de Fútbol pidió el miércoles a la Fiscalía General de la Nación esclarecer cuanto antes las denuncias sobre actos de acoso sexual que habrían ocurrido entre 2007 y 2018 en el seno de la selección femenina Sub17.
El pronunciamiento de la entidad mediante un comunicado surgió en medio de denuncias públicas de la ex fisioterapeuta del plantel Carolina Rozo quien dijo que el técnico Dídier Luna la había acosado a ella y a las jugadoras.
Además, John Cano, padre de una de las futbolistas, señaló que el preparador físico Sigifredo Alonso había intentado abusar de la jugadora.
“Rechazamos tajantemente el acoso sexual y laboral, y manifestamos cero tolerancia frente a actos que de cualquier forma atenten contra la integridad de cualquier miembro de nuestras Selecciones Colombia”, indicó la Federación en el comunicado. “Es por esto, que coadyuvaremos con la Fiscalía General de la Nación en cualquier proceso que ellos requieran”.
La Fiscalía, que había recibido previamente las denuncias presentadas por dos jugadoras cuyos nombres se mantienen en reserva, recauda pruebas sobre los casos.
“Solicitamos a la Fiscalía General de la Nación, en aras del bienestar de nuestras jugadoras y miembros de la Selección Colombia Sub-17, esclarecer cuanto antes los hechos denunciados de supuesto abuso sexual al interior del equipo”, indicó la Federación.
Por solicitud de la Fiscalía, Rozo amplió el miércoles su denuncia. Ha afirmado que el acoso contra ella comenzó en 2017, cuando se vinculó con la selección sub17, y lo habría denunciado al médico jefe del combinado nacional Carlos Ulloa, así como a Jesualdo Morreli delegado a un torneo Sudamericano celebrado en Argentina en el siguiente año.
“Él (Ulloa) me dijo que iba a hablar con el jefe de él (la Federación) a ver qué podíamos hacer pero nunca pasó nada”, reveló Rozo a RED + Noticias TV.
Hace una semana, antes de que se revelaran los casos de presunto acoso sexual, dos destacadas futbolistas colombianas difundieron en las redes sociales un video, en el que afirmaron que la Federación Colombiana de Fútbol supuestamente las discriminaba.
Isabella Echeverri y Melissa Ortiz dijeron incluso que se sentían amenazadas con la posibilidad de perder sus puestos en la selección por manifestar su descontento.
La Federación hizo también referencia a esas declaraciones en su comunicado. Precisó que hasta el jueves no había recibido una queja formal sobre cobros por convocatorias a las selecciones, venta de uniformes a las jugadoras, cobro de boletos de avión a las futbolistas o faltas de garantías para el desarrollo de su deporte.
Echeverri y Ortiz habían mencionado esas irregularidades.
“A pesar de no haber recibido denuncias o quejas, la Comisión Disciplinaria que resulte competente adelantará los trámites que le correspondan, conforme a los reglamentos y su alcance”, indicó la Federación.
Luego del pronunciamiento de las dos futbolistas surgieron las denuncias de supuesto acoso sexual y laboral a sus colegas.
“El fútbol femenino es una prioridad para el Comité Ejecutivo de la Federación Colombiana de Fútbol, hemos trabajado por su desarrollarlo y tenemos un gran compromiso con esta disciplina, por esto estamos trabajando fuertemente con el ánimo de poder ser sedes de la Copa Mundial de la FIFA Femenina en 2023”, aseveró la Federación.
