Durante los últimos 16 años los Patriots de Nueva Inglaterra han sido el equipo más dominante en la NFL con cuatro Super Bowls ganados y 14 títulos de la División Este de la Conferencia Americana, y la próxima semana tratarán de añadir un trofeo más a su vitrinas.
Los Patriots son el primer equipo en jugar nueve Super Bowls y el quarterback Tom Brady podría ser el primero en tener cinco anillos de campeón, pero los medios de comunicación también estarán encima de ellos por otra razón, Donald Trump, el nuevo presidente de los Estados Unidos.
No es ningún secreto que el nuevo mandatario de la Unión Americana tiene una muy buena relación con Bob Kraft, dueño del equipo, así como con el entrenador Bill Belichick y Tom Brady.
El ex quarterback de la Universidad de Michigan, quien fue seleccionado en la sexta ronda del draft del 2000, reconoció que tiene una amistad con Donald Trump desde hace 15 años y que ha platicado varias veces con él.
La relación entre estas dos personalidades inició en 2002 durante un concurso de belleza, en el cual el quarterback fue invitado como juez para seleccionar a la representante de Estados Unidos para Miss Universo. Desde entonces, Trump no ha tenido problema en mostrar su admiración por el famoso número 12 de los Patriots y hasta consideró relacionarlo sentimentalmente con su hija Ivanka.
A los dos se les ha visto varias veces jugando golf y Brady en alguna ocasión declaró que siempre ha disfrutado de la compañía de Trump, además de admirar lo que había logrado en su carrera, como empresario, político y estrella de televisión.
El año pasado Brady dijo que apoyaría a Trump, al igual que lo hace con todos sus amigos. Durante toda la temporada regular tuvo en el vestidor una gorra roja que era el símbolo de Donald Trump con el slogan: “Hagamos que Estados Unidos sea grande de nuevo”.
El reconocer su amistad con Trump le ha generado muchos comentarios negativos al quarterback, quien es considerado como un ícono deportivo en Estados Unidos e inclusive algunos lo comparan con el legendario basquetbolista Michael Jordan.
Durante la semana previa al Super Bowl LI Brady volverá a ser cuestionado sobre su relación con Donald Trump y seguramente los aficionados a la NFL usarán esto como el pretexto perfecto para apoyar a los Halcones de Atlanta y aumentar el odio que muchos le tienen a los Patriots.
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