Los Spurs de San Antonio, franquicia de la NBA, desmantelaron su equipo de porristas bajo el argumento de ser un producto de entretenimiento que promueve actitudes de acoso a la mujer. De esa manera se sumaron al movimiento #MeToo.
Aunque parezca radical la decisión, el acoso de mujeres a través del equipo de porristas es más común de lo que parece, te dejamos algunos casos.
Miami Dolphins
La ex porrista de los Miami Dolphins, Kristan Ann Ware salió a contar su historia tras cuatro años de haber bailado para el equipo de la NFL. En su relato cuenta como las animadoras sufren distintos abusos psicológicos y físicos.
“Lo primero que te dicen es que estás acá para ser vista, no escuchada. Así que no hay lugar para opiniones, para preocupaciones, sólo dices: ‘sí, señora’ y haces lo que te dicen. Sonríes y actúas”, confesó en una entrevista que dio para el Clarín. La ex-animadora denunció que a parte de ganar menos de lo mínimo, no eran asistidas para cuidar su cuerpo.
A pesar de ser un trabajo que les exige una gran condición atlética, si se lesionaban les decían que era por débiles y que debían seguir bailando. Kristan decidió renunciar a ser porrista, después de ser obligada a presentarse y bailar con cuatro huesos rotos, dos desgarres de ligamento y dos esguinces de meniscos.
Washington Redskins
Durante el 2013, en un viaje a Costa Rica, los ejecutivos del equipo cruzaron la línea y fueron artífices de uno de los mayores escándalos de acoso en el deporte estadounidense.
Al llegar al país centroamericano, se le retiró el pasaporte a las integrantes de equipo de animadoras. Después, fueron llevadas a una sesión de fotos donde posaron en topless, sin pompones ni uniforme, y algunas con pintura sobre el cuerpo. La sesión duró, aproximadamente 14 horas. Al terminar las fotos, los ejecutivos escogieron a 9 de las 36 mujeres del equipo para que las acompañaran a una fiesta; en el relato anónimo, de una de las animadoras, cuenta como fue obligatorio fungir como dama de compañía.
Saints de New Orleans
La franquicia de futbol americano despidió a la porrista Bailey Davis por publicar una foto en su cuenta privada de Instagram, que el equipo consideró “inapropiada”. La foto era Davis vistiendo un traje de baño de una sola pieza.
Para tener la posibilidad de recuperar el empleo, tuvo que defenderse a través de la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleo porque, aunque cada equipo tiene su reglamento sobre el comportamiento que deben tener las animadoras, en muchos casos las regulaciones sobre como deben afeitarse, formas de mantener su higiene personal y limitar sus actividades en redes sociales, cruzan la línea de la relación empleado-jefe y se vuelven totalmente discriminatorias.
La revelación de casos de discriminación y acoso en los deportes cada vez se vuelve más frecuente. Por ello las acciones de los Spurs, buscando un espectáculo mixto, asociado con #MeeToo, es una buena manera de cambiar estas prácticas.
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D.G.D.
