Suárez y Uruguay vuelven a Brasil, Ecuador les toma el pulso

 

BELO HORIZONTE, Brasil (AP) — El recuerdo es imborrable: el mordiscón de Luis Suárez a Giorgio Chiellini, seguido por el inmediato gol de Diego Godín que le dio la clasificación a Uruguay a la siguiente ronda y dejó fuera a Italia a las primeras de cambio en aquel Mundial de Brasil. Cinco años después, Suárez […]

BELO HORIZONTE, Brasil (AP) — El recuerdo es imborrable: el mordiscón de Luis Suárez a Giorgio Chiellini, seguido por el inmediato gol de Diego Godín que le dio la clasificación a Uruguay a la siguiente ronda y dejó fuera a Italia a las primeras de cambio en aquel Mundial de Brasil.

Cinco años después, Suárez vuelve a canchas brasileñas al frente de Uruguay en una gran cita. Recuperado de una artroscopia en la rodilla derecha a la que se sometió hace algo más de un mes, el goleador histórico de la Celeste atrae los reflectores en el estadio Mineirao de Belo Horizonte al enfrentar el domingo a Ecuador en el arranque del Grupo C de la Copa América. Chile y Japón, que completan la llave, se miden el lunes.

“Volver a jugar un torneo con la selección de mi país es lo más feliz que hace”, respondió Suárez a una consulta sobre regresar al país donde protagonizó un episodio inverosímil. “Me da igual que sea Brasil, Ecuador o en otro país. Lo lindo es jugar con la camiseta de mi país”.

Hay que recordar la historia de lo ocurrido en ese partido ante Italia en Natal. Suárez acababa de reaparecer con el equipo nacional, tras recuperarse de una lesión de meniscos en la rodilla izquierda y había firmado un doblete en la victoria 2-1 ante Inglaterra en el duelo previo.

La mordida al zaguero Chiellini le impidió continuar en ese Mundial al recibir una suspensión de nueve partidos con su selección. Una suspensión de cuatro meses en todas las competencias no impidió que Liverpool concretara un multimillonario pase al Barcelona, donde pasó a conformar un tridente letal de delanteros sudamericanos junto con Lionel Messi y Neymar.

Bajo la dirección de Oscar Tabárez, su técnico en forma ininterrumpida desde 2006, Uruguay ha sostenido un proyecto encomiable.

La columna vertebral sigue intacta. Suárez y Edinson Cavani conforman una temida dupla goleadora. El capitán Godín y José María Giménez conforman un dúo granítico de centrales. Fernando Muslera es garantía de seguridad en el arco.

Lo que Uruguay presume ahora es una generación de mediocampistas que aportan criterio y buen trato en la circulación del balón. Lucas Torreira, Matías Vecino, Nahitan Nández, Rodrigo Bentancur y Giorgian de Arrascaeta son las piezas a las que Tabárez puede recurrir.

“Se está hablando mucho de la responsabilidad en el mediocampo, pero todos tenemos que asumir la responsabilidad, los del fondo y arriba también, no presionarlos a ellos”, dijo Suárez. “Pero obviamente es una tranquilidad tener esos jugadores en el medio”.

Autor de 56 goles con la selección, Suárez reapareció la semana pasada con un tanto de tiro libre en un amistoso ante Panamá en Montevideo. Cree que está en condiciones de jugar desde el inicio ante Ecuador.

“El estado físico lo va marcando el ritmo que tenga el partido. Quiero jugar todo el partido, pero eso va a depender”, afirmó Suárez.

En plena reconstrucción, Ecuador afronta su primer torneo en el regreso a su banquillo del técnico colombiano Hernán Darío Gómez, gestor de su primera participación en una Copa Mundial, la de Corea-Japón 2002. La selección mayor puede verse en el espejo de lo alcanzado por el equipo Sub20 que acaba de conseguir un tercer lugar en el Mundial de la categoría disputado en Polonia.

“El torneo nos agarra armándonos, hay directivos nuevos después de muchos años… Hay 12 muchachos que nunca han estado en Copa América”, dijo Gómez. “Estamos armando un buen grupo, pero tengo el sueño de llegar lo más lejos que se pueda“.

Sobre Uruguay, Gómez advirtió: “cuando los enfrentas en competencias internacionales lo matan a uno, pero nosotros también somos capaces de matarlos a ellos”.

Uruguay es la selección más laureada en la historia del torneo, con 15 cetros, por encima de los 14 de Argentina y los ocho de Brasil.

Competir en Brasil despierta también el recuerdo del Maracanazo en el Mundial de 1950, en el que vencieron 2-1 a los anfitriones.

La final de esta Copa América también tendrá como escenario el Maracaná, y Suárez se relame con volver a esa mítica cancha el 7 de julio.

“Sería algo increíble y algo que estamos soñando todos los uruguayos”, acotó.


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