La tenista estadunidense Serena Williams, número uno del mundo, espera que el dicho de “la tercera es la vencida” se cumpla en Roland Garros, donde tendrá la oportunidad de emular los 22 cetros de Grand Slam de la alemana Steffi Graf.
Su primer obstáculo rumbo a esa hazaña, que ya se le resistió en el Abierto de Estados Unidos 2015 y en el Abierto de Australia de este año, será frente a la eslovaca Magdalena Rybarikova, quien ocupa el puesto 76 del escalafón internacional.
Este encuentro se definió a partir del sorteo de este viernes, el cual deparó a la menor de las hermanas Williams un muy difícil trayecto hacia el récord de la esposa de Andre Agassi, quien continúa en solitario como la máxima ganadora de Majors en la historia de la Era Abierta.
La espera ha sido larga para Serena.
En Nueva York, la italiana Roberta Vinci la privó en “semis” de empatar a la germana y de adjudicarse los cuatro “grandes” en un mismo ciclo.
Mientras que en enero, la también alemana Angelique Kerber le arrebató el título de Melbourne Park en la gran final.
En París, la búsqueda tampoco será sencilla, pues según los cruces proyectados, si la campeona defensora elimina a la eslovaca, después se toparía con la checa Kristyna Pliskova y luego con la anfitriona Kristina Mladenovic.
Para octavos de final, podría tocarle contra la serbia Ana Ivanovic, exlíder del circuito.
En “cuartos” se vería las caras con la bielorrusa Victoria Azarenka, otra exreina del escalafón.
En la antesala se espera una “revancha” con Kerber y por el trofeo, en teoría, lucharía con la polaca Agnieszka Radwanska, segunda sembrada.
Pese al complicado cuadro, Williams llega con confianza pues hace poco levantó el título en Roma, su primero de la campaña.
“Me dejó buenas sensaciones.
Me sentí muy bien, sobre todo al final de la semana. Incluso si hubiera perdido, creo que algunos de los juegos me permitieron encontrar el nivel al que aspiraba”, expresó al portal oficial del evento.
“Tres finales en cuatro torneos, no es malo en absoluto.
Pero si no gano, no puedo estar feliz por mi temporada.
En el pasado, cuando llegué en un torneo como defensora del título, fue diferente.
Pero ahora creo que no tengo nada que demostrar”, declaró.
Junto a ella, aparecen en el “draw” otras tres que ya saben lo que es tener al trofeo Suzanne-Lenglen entre sus brazos: la italiana Francesca Schiavone, la rusa Svetlana Kuznetsova y Ana Ivanovic, aunque esta vez no partirán en el grupo de principales candidatas.
LMM
