Aunque el mexiquense Ganigan López terminó el combate con un corte en la ceja derecha, su gesto de satisfacción lo decía todo después de vencer por decisión unánime al filipino Jonathan Taconing en su primera defensa del título minimosca del Consejo Mundial de Boxeo (WBC), que realizó en la Arena Coliseo.
Apenas descendió del ring, se dirigió a la enfermería para recibir ocho puntos en dicha región de su rostro, pero ni eso le evitaba esbozar una enorme sonrisa, junto a su prestigiado cinturón verde y oro.
“Estamos muy contentos, satisfechos con el trabajo que hicimos durante la pelea”, señaló en primera instancia.
Enseguida se le preguntó cuál fue la clave de su victoria ante un rival al que le mojó la pólvora a lo largo del pleito.
“Sabíamos que él iba a venir así, fuerte desde los primeros rounds, pero gracias a nuestra táctica y preparación logramos vencerlo. Ya habíamos enfrentando a rivales como él, eso nos ayudó para hacer nuestro boxeo como queríamos”, remarcó.
El mexiquense recordó que sólo a la mitad del pleito pasó algunos apuros con los golpes curvos que tiraba una y otra vez el tagalo, buscando hacer explotar su pegada.
“Un volado me sorprendió en la mitad de la pelea, pero no hubo más para él, lo manejamos bien, controlamos las acciones. La condición física nos permitió pelear a buen ritmo, sin dejar que él tomara la iniciativa, en algún momento la buscó, pero encontró en nosotros a un buen rival que le peleó de tú a tú”.
Sobre la potencial pelea de revancha con el sinaloense Pedro Guevara, dijo que “ya se habla de enfrentar ahora a Guevara, es cuestión de los promotores, ya veremos qué sigue, yo encantado de volver a pelear con él”.
Por lo pronto tomará un reposo médico en lo que sana la herida y después se reunirá con sus manejadores para definir lo que será su segunda defensa del campeonato del mundo.
