Uno de los refuerzos que marcó diferencia en este torneo, fue el uruguayo Carlos Sánchez, quien volvió al futbol mexicano después su paso con el Puebla, enfundándose ahora en la casaca de Rayados de Monterrey, con quien hizo una gran campaña en este Clausura 2016, pero se perderá la Gran Final debido al llamado de su selección para disputar la Copa América Centenario 2016, que inicia la próxima semana.
El mediocampista charrúa tenía mucha ilusión de jugar la final del torneo ante Pachuca, pero al estar presionado por la Asociación Uruguaya de Futbol, no tuvo de otra que desearle éxito a su equipo y enrolarse con su selección, en lo que será una ausencia considerable en el esquema táctico del técnico Antonio Mohamed.
El sudamericano marcó siete goles durante el calendario regular, y en la Liguilla sumó otros dos; su juego le permitía darle dinámica y profundidad al ataque de Rayados, siempre con presencia en el área y un gran disparo de media y larga distancia.
Fue titular indiscutible en el once inicial del “Turco” Mohamed, jugando por la banda de la derecha, acompañándose con Edwin Cardona en zona de creatividad y, adelante, con Rogelio Funes Mori y Dorlan Pabón, el mejor ataque del torneo, con 38 goles.
No será fácil suplir la baja del uruguayo por la forma en que pisaba el área y su contundencia frente al arco contrario, jugando siempre de manera colectiva, pero si tenía la oportunidad de probar fuera del área, lo hacía con la plena confianza de anotar.
El que se enfila a ocupar su lugar, es el argentino Neri Cardozo, quien pese a no tener la velocidad del charrúa, cuenta con clase y calidad para desempeñar una función similar por el costado derecho, con el toque fino para buscar adelante a Funes Mori y a Pabón.
Al tener enfrente a un rival que juega con rapidez, también se le pedirá al que tome el lugar de Sánchez, una doble función de sacrificio, tal como lo hacía el charrúa, que estará muy pendiente desde la concentración de la selección uruguaya de la final del futbol mexicano.
RCF
