Aún con contrato vigente con Universidad Nacional, toda vez que en diciembre del año pasado el argentino Ismael Sosa renovó por tres años más con la institución felina, a la nueva directiva de los Pumas de la UNAM, encabezada por Rodrigo Ares de Parga, poco le importó esta situación al transferirlo a los Tigres de la UANL en el Draft que se realizó hace unos días en Cancún, Quintana Roo, causando una gran inconformidad en el jugador sudamericano, quien es uno de los consentidos de la afición auriazul, con quien goza de una gran identificación.
En su cuenta de Twitter, el atacante argentino, resignado, había enviado un mensaje de despedida a la afición azul y oro, pero ayer borró tal carta, dejando claro su malestar y tristeza por la situación que atraviesa frente a una nueva directiva felina que hizo a un lado el contrato vigente, para mandarlo al conjunto de San Nicolás de los Garza, sin siquiera saber la postura o el deseo del jugador, quien tenía claro su objetivo de seguir con el conjunto del Pedregal.
Por su parte, la directiva encabezada por Alejandro Rodríguez espera llegar a un acuerdo en estos días con el jugador, pues este lunes ya lo esperarían para realizar las pruebas físicas y médicas e integrarse al trabajo con el técnico Ricardo Ferretti de cara al siguiente torneo.
Este fin de semana será crucial para conocer el destino del sudamericano.
