Óscar Beltrán
Con apenas 20 años de edad, el juvenil atacante Orbelín Pineda, se ha convertido en un referente de Chivas, más aún en su primer campaña con el Rebaño, después de llegar como refuerzo al redil rojiblanco.
Ya se entusiasma por el domingo, día en el que se jugará el Clásico Tapatío y en el que el “Orbe” tiene en mente algo que va más allá del triunfo, pues se ve anotando y realizando uno de sus peculiares festejos, los cuales prepara con el mismo entusiasmo con el que juega en el terreno de juego.
“Después lo verán (el festejo), va a ser sorpresa. Ya lo tengo preparado, mis bailes ya los tengo. Es mi pasión el futbol y lo disfruto, si no lo disfrutara no estaría jugando futbol, quiero que los aficionados disfruten como yo. Se me ve la alegría bailando y lo disfruto”, compartió el oriundo de Guerrero.
Lo que ha venido siendo su sello distintivo en los tres goles que ha convertido en la presente campaña con Chivas, son las piruetas en el aire tal cual como un gimnasta olímpico, algo que aprendió en su niñez, cuando ensayaba en un río cercano a su casa, festejo que también lo distinguió en su anterior equipo, Querétaro.
“Tengo varios festejos. La marometa la practicaba en un río, que era pura arena y decía que ¿por qué no podía hacerlo en pasto o en tierra?, lo intenté y me salió. Desde ahí venía una alegría, corría y festejaba así. Me dicen que si no tengo miedo, pero no siento nada, siento emoción por el gol y nunca me ha fallado (las vueltas en el aire)), ni quiero que me falle”.
Finalmente habló sobre un rival en específico para el Clásico Tapatío, el capitán del Atlas, Rafael Márquez, a quien a Orbelín le emociona enfrentar, pues lo veía desde pequeño y ahora tendrá la oportunidad de verle la cara dentro del campo.
“Es padre enfrentarlo, es un gran jugador, tiene Mundiales, jugó en Barcelona y es un gran jugador, espero ganarle. Trataré de hacerle daño y estaré orgulloso porque es un gran jugador, disfrutando de una victoria con mi equipo”.
