Las Águilas del América sufrieron las consecuencias de la regla 10/8 en el Apertura 2016 por exceder la cantidad de naturalizados o extranjeros que la Liga MX permite y el primer sacrificado fue Osvaldo Martínez, quien tuvo que observar al América desde las gradas, en algunas ocasiones, debido a que las 10 plazas para futbolistas “D” que permite la liga ya estaban ocupadas.
Con la venta de “Osvaldito” y la muy probable salida de Sambueza y Darwin Quintero, el América abrió la posibilidad de ingresar a dos extranjeros más, los cuales fueron Marchesín y el paraguayo Paredes.
Dicho escenario complica las cosas para los dos miembros de la lista de transferibles de las Águilas, pues ambos cuentan con contratos vigentes además de tener sueldos bastante altos. En el caso de Sambueza, novias no le faltan, pero con Quintero la cuestión se complica un poco más, pues gana casi el doble que Rubens y muy pocos equipos en la Liga MX se pueden dar el lujo de tener al delantero colombiano, una por su sueldo, y otra por ser extranjero.
Quintero suena como refuerzo para Monterrey, Santos y Atlas y de no ser así, el cafetero tendría ofertas para jugar en la MLS, escenario más probable, pues en el caso de Rayados y Zorros, también estarían interesados en Rubens, lo cual deja como destino más probable para Darwin la Comarca Lagunera o Estados Unidos.
Con Valdés, Goltz, Ibarra, Arroyo, Romero, Samudio, Pablo Aguilar, William, Marchesín y Paredes, América cuenta con los 10 extranjeros permitidos por la liga, por lo que si alguno de los dos transferibles permanece en el club, deberá ver varios partidos desde las gradas, a reserva de un lesión o suspensión de los anteriormente mencionados.
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ASC
