Un Zorro letal

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En entrevista, Jared Borgetti recuerda sus dos goles más importantes, ante Italia y Necaxa, sobre Estados Unidos, piensa que se le puede ganar, además de manifestar su agrado porque el ‘Chicharito’ casi lo alcanza como máximo goleador del Tri

Un Zorro letal

OSVALDO ANAYA OLIVER

 

Primero de julio de 2001. México no tenía otra opción más que el triunfo si quería ir al Mundial de Corea-Japón 2002. El rival, Estados Unidos, era un obstáculo bastante difícil. El Estadio Azteca pletórico, en un soleado domingo, era el marco propicio para una victoria. Pero faltaba el gol.
Corría el minuto 15 cuando Alberto García Aspe se disponía a cobrar un tiro de castigo. Mandó un centro bastante potente, parecía más bien un disparo directo. Jared Borgetti brincó lo más que pudo, estiró el cuello, golpeó la esférica con su frente, al ángulo izquierdo, con tal precisión que el arquero Kasey Keller, a pesar de sus 1.88 metros de altura, sólo se quedó mirando.
Cien mil gritos de júbilo hicieron estallar el Estadio Azteca. Ahora sólo faltaba mantener el resultado. Lo cual se logró. México seguía con esperanzas mundialistas gracias a Jared Francisco Borgetti Echavarría, este hombre alto, de 1.85 metros, nacido en Culiacán, Sinaloa, que comenzó a jugar en Primera División con el Atlas, en 1994, y que la postre se convertiría en el tercer máximo goleador del futbol mexicano, con 252 tantos (detrás de Cabinho, con 312, y Carlos Hermosillo, con 294). Con la Selección Mexicana es el primero, con 46 dianas, récord que está cerca de ser alcanzado por Javier el “Chicharito” Hernández, quien lleva 41 goles y  seguramente jugará este 10 de octubre ante Estados Unidos.

‘LA INTENTO, A VER QUÉ SALE’

FOTO: MEXSPORT
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Los goles de cabeza se le daban a Jared Borgetti. Pero quizá el más bello fue el que le anotó a Italia, en el Mundial de Corea-Japón. Era el 13 de junio de 2002, en el Estadio Gran Ojo de Oita. Fue una jugada que inició desde abajo, una geografía de toques que cubrió toda la cancha, hasta que Cuauhtémoc Blanco mandó un balón algo complicado que Borgetti, quien tenía la pegajosa marca de Paolo Maldini, tuvo que cabecear prácticamente de espaldas, pero con tal puntería, que Gianluiggi Buffon, alguna vez considerado el mejor portero del mundo, se quedó inmóvil. El partido terminó empatado a uno, siempre será un buen resultado ante Italia.
Así lo narra el propio Jared, en entrevista exclusiva: “Cuauhtémoc manda el pase a un movimiento que yo hago, quedo un poco fuera de la portería, del primer poste. En ese momento lo único que me queda es girar hacia el poste contrario. Una jugada que no es usual, porque  normalmente lo que intentas es asegurar la pelota, bajarla con el pecho, dársela a alguien más, pero no buscar un remate así. Pero en ese momento como delantero lo único que te pasa por la cabeza es ‘la intento y a ver qué sale’, no se pierde nada”.
-¿Te diste cuenta de la magnitud? Le ganas el pase a Maldini, dejas parado a Buffon…
-No, no. Obviamente, respetando selecciones, es mucho más anotarle a Italia. En ese momento, anotar a Italia en un Mundial, un gol complicado, pero nada más. Te das cuenta ya después, cuando lo vuelves a ver. Mucho después te das cuenta de la magnitud de las reacciones.
Otra vez el Estadio Azteca, otra vez Estados Unidos… Otra vez Jared Borgetti. Era el 27 de marzo de 2005, partido de eliminatoria rumbo al Mundial de Alemania 2006. Esta vez la jugada no fue tan estética, pero bueno, los goles cuentan lo mismo una vez que rebasan la línea de meta. Francisco el “Kikín” Fonseca intentó desbordar a Steve Cherundolo, no lo logró, pero casi cayéndose alcanzó a pasar el balón a Salvador Carmona, quien centró muy pasado. Jaime Lozano alcanzó a recentrar y Jared Borgetti sólo acomodó el balón en las redes, de cabeza, faltaba más. México terminaría ganando 2-1, buenos augurios le esperaban rumbo al Mundial germano.

‘LOS RÉCORDS SON PARA ALCANZARSE’

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En clubes, su época dorada la tuvo con el Santos Laguna, de hecho, sus goles fueron importantes para lograr que el equipo creciera de una importancia regional a ser uno con fanáticos en todo el país.
Precisamenta la estatua develada en 2011 lo capta en el momento que cabecea el tanto que le dio el primer título al Santos, aquel 22 de diciembre de 1996, ante Necaxa, en la final del Torneo Invierno, el primero de los campeonatos cortos.
Necaxa venía de un bicampeonato, era un equipo sagaz, con elementos como Luis Hernández, Alberto García Aspe, Ricardo Peláez. En la ida habían ganado 1-0, así que Santos primero tenía que alcanzarlos y después aspirar al título. Casi al final del partido iban 3-3 en el marcador global, era un duelo muy disputado. El público del Estadio Corona, como siempre, metídisimo en el juego, aplaudía todo lo que hacían sus héroes, entre ellos estaban Rodrigo el “Pony” Ruiz, Benjamín Galindo, Francisco Gabriel de Anda, Gabriel Caballero. Y Jared Borgetti.
A pase de Nicolás Ramírez, Borgetti cabeceó de manera espectacular para vencer a Nicolás Navarro, los necaxistas pedían fuera de lugar, pero el árbitro Arturo Brizio decretó el gol que sería inmortalizado con una estatua que lo capta en el momento en que se cabecea ese gol clave.
Así platica el gol de cabeza: “Fue el del campeonato, llegar a mi primer torneo en Santos, anotar el gol del primer campeoanto ¡quedas ahí para la historia! Más para la gente de Santos. Fue un bonito gol. Más vistoso, más artístico. Un buen centro, un buen salto, un poco suspendido en el aire, el gol del campeonato, tiene otras cositas que también lo hacen ser importante. Polémico, aparte, por si era fuera de lugar o no”.
–¿Tú crees que fue fuera de lugar?
–Yo creo que en ese momento a uno no le interesa, sólo tratar de terminar la jugada. De que sirve que te diga si fue fuera de lugar o no. Lo que es una realidad, es que sí estoy adelantado, sería tonto negarme a a eso, pero no me concierne a mí.
Sobre el partido próximo ante Estados Unidos, en el que estará en disputa el boleto a la Copa Confederaciones 2017, Jared se muestra optimista: “Yo lo veo bien, complicado como todos, pero no creo que sea mucho más que otras ocasiones. No veo un equipo de Estados Unidos tan sólido como otras ocasiones, en ese sentido, México tiene un poquito de ventaja, porque, como equipo, está un poco mejor, Estados Unidos está en una transición generacional de jugadores y eso puede acarrearle problemas al técnico”.
–Ya casi te alcanza el “Chicharito” como máximo goleador de la Selección ¿qué piensas al respecto?
–Yo siempre he dicho que los récords son para alcanzarse y para tratar de romperlos. Es normal. Qué bueno que siga pasando, y que venga alguien más y rompa el de él. Eso va a ser señal de que mejores jugadores están saliendo. Hasta el momento lo soy (el máximo goleador), a seguir disfrutando, al final son pocos los que van a quedar en esa lista y mi nombre ahí va a estar.

 


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