El equipo centroeuropeo llegó a este partido virtualmente eliminado, sin ninguna unidad, pero un gol de Armando Sadiku en el minuto 43 les dio los tres puntos para su primer triunfo en más de 50 años ante los rumanos. Su calificación a la siguiente ronda dependerá del panorama en el resto de los grupos.
El partido fue trabado en el medio campo, con poca llegada de ambos equipos y poca claridad por la falta de circulación del balón, pero tuvo un desenlace de antología, con los albaneses celebrando por primera vez un gol en esta competencia y sus rivales diciendo adiós con solo un punto en el torneo.
Al minuto 43, en una jugada sin mucho peligro aparente, Ledina Memushaj pudo sacar un centro al área, que fue encontrado por Sadiku, quien cabeceó el balón al segundo palo ante la complacencia de la defensa, gol que defendieron a capa y espada el resto del encuentro.
Las “águilas” albanesas se encerraron en el segundo tiempo y Rumania no encontró cómo abrir los espacios, además de perder fácilmente la pelota, consintiendo contragolpes que más que querer llegar al segundo gol, sirvieron para robarle minutos al partido.
Los rumanos acabaron por desesperarse luego de ver cómo los minutos se consumían sin lograr ver puerta en un final agonizante, mientras Albania trató de guardar la pelota lejos de su área.
El triunfo, si bien significa un victoria moral importante tras medio siglo sin vencer al rival, no les asegura nada pues tienen que esperar resultados del resto de los grupos.
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