El Bayer Leverkusen está pasando por una de sus mejores rachas en la historia y eso ha quedado claro una vez más: este jueves batió con autoridad a La Roma en el Estadio Olímpico italiano, en un duelo que quedó 0-2 a favor del equipo alemán, marcado por un error defensivo de Rick Karsdop que facilitó la ventaja a los comandados por el DT Xabi Alonso, quienes acarician la final de la Europa League, que se celebrará próximamente en Dublín.
El “Neverloser” (“Nunca perdedor” en español), apodo que recibe últimamente el combinado de las aspirinas, no necesitó esta vez esperar a los minutos finales para mantener la victoria: supo aguantar cuando le tocó y aprovechó su superioridad para vengarse de lo sucedido el pasado torneo, cuando cayeron eliminados ante La Roma en la misma ronda, las Semifinales, y amarrar un resultado que le coloca con pie y medio en la Gran Final.
Son ya 47 los partidos consecutivos sin perder de este equipo histórico, actual campeón de la Bundesliga, que consiguió recién hace un par de semanas. Eso sí, al todopoderoso Leverkusen le costó entrar en el partido.
Intimidados por una Roma bien plantada, los de Xabi Alonso apenas inquietaron la puerta del arquero Svilar en la primera media hora. Sólo llegó un disparo de Frimpong al lateral de la red producido tras un despiste de Spinazzola en la cobertura, lo que metió miedo a los locales.
Las aspirinas se ponen a la cabeza en el marcador ante la Loba
El conjunto de la Loba, pese a ser el menos favorito para pasar la eliminatoria, supo contener al campeón germano en los primeros compases. Lukaku estrelló un cabezazo en la madera en la más clara de los dirigidos por Daniele De Rossi, amenazantes en zona de tres cuartos.
Todo un trabajo que se fue a la basura tras el error clamoroso de Karsdop en la defensa de la Loba en el minuto 28: el lateral neerlandés regaló el balón a Grimaldo en su propia área, intentando ceder a Svilar y Wirtz. Solo contra el arquero del conjunto italiano, Grimaldo abrió el marcador a placer tras la asistencia del rival.
Ahí despertó el Leverkusen, que pasó a dominar con autoridad el resto de la primera mitad. Respiró Alonso en el banquillo, especialmente activo con protestas al colegiado francés, porque empezó a reconocer a su equipo, porque empezó a circular con criterio y porque empezaron a ser los suyos los de las ocasiones de peligro.
La tuvo el aspirina Frimpong otra vez, al despistar a Spinazzola, sumando otra jugada en la que los laterales de Roma fueron protagonistas por el bajo nivel en el partido. Pero la escuadra italiana consiguió destensarse con un disparo lejano de Pellegrini que los volvió a meter en el partido justo antes del descanso.
El Leverkusen remata y le gana a La Roma
Impulso que se mantuvo en los inicios de la segunda mitad y que a punto estuvo de materializarse el gol con un remate de cabeza de Cristante en un saque de esquina; un espejismo porque desde el gol, el partido fue del Leverkusen. Cedieron los germanos la posesión, pero no recibieron daño alguno. La Roma fue estéril con el balón, al estar su estrella Paulo Dybala desaparecido.
Y entre idas y venidas sin ningún tipo de trascendencia entre unos y otros, transiciones inefectivas y errores no forzados, Andrich decidió que ya era suficiente. Recibió en la frontal del área y la puso en la escuadra: imparable para Svilar.
No pudo reaccionar la Loba ante el segundo gol encajado y vio cómo el sueño de conseguir la tercera final europea seguida, la segunda consecutiva de esta competición, prácticamente se esfumó.
Xabi Alonso y su Leverkusen se vengaron de la eliminación del año pasado y ahora acarician la Final de la Europa League para cerrar con broche de oro una temporada histórica.
EFE
