El mundo del fútbol está lleno de cábalas, en un porcentaje muy alto los futbolistas o directores técnicos tienen costumbres que suelen hacer siempre antes de cada partido y en este Mundial no estamos exentos de ver este tipo de manías que por increíble que parezca le han dado resultado al menos a Francia.
La selección de Didier Deschamps tiene varias cábalas que han llevado de forma inquebrantable durante todo el torneo, primero era un secreto que solo conocían los integrantes del equipo y después también del cuerpo técnico pero ahora son de dominio público.
En primer lugar tenemos a Hugo Lloris y Deschamps como protagonistas principales. Desde que comenzó el torneo el arquero y el ex medio centro francés se presentaron en la conferencia de prensa previa a cada encuentro, así sucedió desde un día antes de medirse a Australia en el debut. ¿El resultado? victoria 2-1 sobre el país oceánico y desde entonces siempre aparecen los mismos personajes en el mismo orden, primero el arquero y después el entrenador y además lo hacen siempre ocupado el mismo lugar en la sala de prensa.
Francia nunca repitió el mismo juego de uniformes, desde el primer partido y hasta la semifinal cambiaron la camiseta o los pantaloncillos e incluso hasta las medias nunca fueron las mismas, en total usaron seis cambios en su indumentaria. Ante Argentina, en los octavos de final usaron los colores tradicionales: camiseta azul, short blanco y medias en rojo, después ante Uruguay salieron a la cancha completamente de blanco y ante Bélgica en la semifinal todo en azul.
Desde el primer partido Deschamps hizo un cambio que más que recurrente se volvió cábala, la salida de Griezmann por Nabil Fekir se repitió en los primeros cinco partidos y en todos, Francia no perdió, se quedó con el triunfo en cuatro ocasiones y solo empató ante Dinamarca, esto solo se quebró ante Bélgica y fue por la lesión de Matuidi que debió dejar su lugar a Tolisso.
La última y la más evidente es la de tocar el bigote de Adil Rami, el jugador del Olympique de Marsella se deja tocar y hasta que le acomoden la barba justo cuando el cuadro francés está por ingresar a la cancha pues según sus compañeros, aseguran es de buena suerte y no solo lo hace un futbolista galo, lo hacen al menos seis de los titulares.
Deschamps sabe bastante del tema pues hace 20 años cuando Francia levantó la Copa del Mundo, había varas cábalas, la más famosa de todas, el beso de Laurent Blanc a Fabien Barthez previo al inicio de cada partido.
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HCO