Los ultras de la Lazio son probablemente el sector más duro de todo el fútbol italiano, no solo es una barra que alienta a su equipo cada fin de semana, esta agrupación tiene tintes ‘neofascistas’ y son muy difíciles de controlar.
El año pasado tuvieron el pésimo gusto de burlarse de Ana Frank y la Serie A sancionó al club con más de 50.000 euros además de dejar a Lazio como local con dos partidos a puerta cerrada y este fin de semana con el inicio de la temporada volvieron a dar de que hablar.
La Curva Norte (Curva Nord) es el sector que la Lazio tiene reservado exclusivamente para este grupo de hinchas y durante los minutos previos al juego que perdieron con el Napoli, estuvieron repartiendo algunas hojas en las que mandaban un mensaje a todos quienes quisieran ubicarse en esa zona del estadio.
“Para nosotros representa un lugar sagrado, es un espacio con un código no escrito que debe respetarse. Las primeras filas son una trinchera, no aceptamos mujeres, novias o esposas, así que los invitamos a que si quieren se pueden ubicar de la fila 10 para atrás”.
La hinchada radical de la Lazio tiene un largo historial de multas y sanciones, las más recordadas a finales de los 90’s cuando Paolo Di Canio, por entonces jugador de las Águilas hizo frente a la Curva Nord el saludo fascista, ese mismo saludó le costó al cuadro de la capital italiana que cerraran el estadio durante cuatro jornadas en el 2013.
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HCO
