Arsenal ha tenido un verano decepcionante. Uno de los equipos más populares de Inglaterra dice no tener suficiente dinero para fichajes importantes y al querer hacerlo y aparecerlos de pronto, el tiempo se le viene encima y no logran hacerlo. Aún cuando lo hubieran logrado, los jugadores que pretenden no quieren llegar a los “Gunners” y es que una profunda problemática en el club del norte del Londres les impide crecer al ritmo que su fanaticada lo hace.
Ahora la ecuación parece ir en retroceso pues estos problemas cada día se hacen más evidentes. 1 año de especulaciones parecen llegar a una conclusión inesperada y poco favorable pues a pesar de que Arsene Wenger declaró como intransferibles a Alex Oxlade Chamberlain y Alexis Sánchez, hoy uno de ellos ya porta la playera del Liverpool y el “Niño Maravilla” tiene pie y medio en el Manchester City.
Por si fuera poco, las cifras estratosféricas en los fichajes del mercado parecen no coincidir con el Arsenal quien habría aceptado una oferta de 55 millones de euros por su máximo referente en ataque y estrella, siendo solo 15 MDE más caro que Paulinho. La directiva en el club ha realizado algunas decisiones absurdas y hasta los más fieles están dando un paso al costado evitando que el club los envuelva dentro de su inercia de malas decisiones que ya les provocaron salir de Champions por primera vez den 20 años.
A pesar de ingresar dinero al club, parece que este se quedará en los bolsillo de los directivos, luego del pobre esfuerzo que realizaron por fichar a Thomas Lemar. Los “Gunners” ofrecieron una cifra histórica de 92 MDE por el centrocampista del Mónaco y el club francés habría aceptado la oferta pero una vez más el fichaje se habría caído pues el futbolista prefiere al Liverpool por encima del club londinense y la directiva no ha sido capaz de convencerle así com ha sucedido en los últimos mercados donde la capacidad de negociación ha sido más que pobre.
Las culpas y críticas se las lleva Wenger, pero es debido a la costumbre de culpar al entrenador, que el leal y desgraciadamente menos respetado técnico francés es presa de los insultos de una enfurecida afición que pide cabezas ante la falta de resultados pero incluso su silla no puede ser reemplazada no porque el técnico galo no quiera irse, en parte si es por eso pero la principal razón y la más fuerte y por mucho, es porque ningún técnico quiere llegar a un club que fracasa en el intento de adquirir jugadores de renombre y menos al tenerlos y no lograr sostenerlos.
Lemar prefiere al Liverpool sobre el Arsenal y como aficionado de los gunners yo… no lo culpo.
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ASC
