Los ánimos se calentaron en el Sevilla contra Barcelona, donde Lionel Messi se enfrascó con Diego Carlos y lo mandó al suelo luego de empujarlo en un encare que tuvieron. De inmediato los jugadores de ambas escuadras comenzaron a empujarse.
El árbitro del encuentro mostró la tarjeta amarilla a Sergio Busquets y Fernando luego del conato de bronca que se desató por la acción del argentino, quien salió sin amonestación o expulsión de la acción.
Poco después de la situación el partido se reanudó y poco después, con los ánimos elevados, concluyó la primera parte en el Ramón Sánchez-Pizjuán sin goles entre Sevilla y Barcelona.