La final de Rusia 2018 entre Francia y Croacia será recordada por varios momentos pero en especial por el primer gol del partido, Mario Mandzukic metió la cabeza en el centro de de Antoine Griezmann y el delantero croata en su intento por cortar el envío, terminó haciendo el primer gol en contra en toda la historia de las finales de un Mundial.
Desde 1930 que comenzó la historia de los Mundiales jamás se había marcado un autogol y el delantero de la Juventus fue el encargado de convertirse en el primero.
El partido estaba empatado todavía cuando llegó la desafortunada jugada para ‘Super Mario’, el gol además quebró otra marca pues desde la final del 2006 no se había anotado un gol en tiempo regular en una final de la máxima cita futbolera.
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HCO