LAS GRANDES AUSENCIAS EN LA HISTORIA OLÍMPICA

 

El olimpismo nuevamente está viviendo un momento complicado en su historia, y es que el atletismo de Rusia quedó fuera de los Juegos Olímpicos de Río 2016

El Tribunal de Arbitraje Deportivo rechazó la petición de 68 atletas rusos y de su comité olímpico para participar en la próxima justa veraniega por el supuesto régimen de dopaje patrocinado por el gobierno de Rusia. Ahora los atletas de ese país, entre ellos la triple medallista olímpica Yelena Isinbayeva, tendrán 30 días para recurrir esta decisión. Sin embargo este problema podría dejar a toda Rusia fuera de Río 2016. Esta no sería la primera ocasión que todo un país queda fuera de unos Juegos Olímpicos, aunque por otras razones: exclusión, boicot, el apartheid o la guerra fría.

En Amberes 1920, Austria, Bulgaria, Alemania, Hungría y Turquía no fueron invitados a participar en los juegos que se realizaron en Bélgica en memoria de las víctimas de la Primera Guerra Mundial.

En Londres 1948, los grandes ausentes fueron Alemania y Japón, las dos principales potencias del eje en la Segunda Guerra Mundial, debido a que no recibieron la autorización para presentarse en la justa organizada en una ciudad en reconstrucción y donde algunos de los atletas tuvieron que dormir en campos del ejército.

Para Melbourne 1956 hubo siete boicots por tres diferentes razones. Egipto, Irak y Líbano no participaron en reacción a la crisis de Suez; La República Popular China rechazó la invitación para no coincidir con Taiwán; y en lo que respecta a Holanda, España y Suiza, se retiraron a manera de protesta por la invasión de la Unión Soviética a Hungría.

Ocho años después los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 se vieron empañados por el Apartheid. Fueron los primeros en ser prohibidos en Sudáfrica, en reacción a su política, algo que vio su fin hasta los juegos de Barcelona 1992, tras la liberación de Nelson Mandela y el proceso de democratización sudafricano. En Tokio ’64 tampoco estuvieron Indonesia, debido a una sanción impuesta por parte del Comité Olímpico Internacional, y Corea del Norte en apoyo a los indonesios.

Para Montreal 1976 un nuevo boicot mermó el número de países participantes en los Juegos Olímpicos. Veintidos naciones africanas y la Guyana sudamericana, encabezadas todas por Tanzania, boicotearon esa edición como protesta por la presencia de Nueva Zelanda, tras una gira del equipo de los All Blacks de rugby por Sudáfrica, donde reinaba el Apartheid.

En 1980, en plena Guerra Fría, Estados Unidos nuevamente propuso boicotear unos Juegos Olímpicos -los de Moscú- y ahora sí tuvieron éxito. El Presidente Jimmy Carter decidió que los atletas de su país no participarían en la edición 22 de la justa veraniega, para protestar contra la invasión soviética en Afganistán. En total fueron 65 países los que declinaron la invitación, entre ellos Alemania Occidental, Canadá y Japón.

Y por supuesto que los soviéticos no se quedaron con los brazos cruzados. Cuatro años más tarde, en Los Angeles 1984, la URSS brilló por su ausencia junto con una quincena de aliados, además de Irán y Libia.

Afortunadamente para la historia de los Juegos Olímpicos, el último boicot político llegó en Seúl 1988. Corea del Norte saboteó los juegos de su enemigo surcoreano, y lo hizo con el apoyo de Cuba, Etiopía y Nicaragua.

Con toda esta historia como antecedente, una vez más Rusia está en el ojo del huracán y la última palabra la tendrá -este fin de semana- el Comité Olímpico Internacional…


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