LO SIENTO MUCHACHOS

Foto: Mexsport 

Alfredo Domínguez Muro nos da su punto de vista del juego de la selección mexicana

Frase sugerida al “Profe” Osorio después de ese adefesio (uno más) de partido, eso sí triunfo a jalones incluido, ante Nueva Zelanda inspirada en el “MEA CULPA” del hasta hoy Campeón del Mundo de la F1 Lewis Hamilton a sus mecánicos e ingenieros después de esa “regada de tepache” en la arrancada del GP de Japón.

 

TRIUNFO DE HUMO

El DOS a uno ante Nueva Zelanda  vuelve a ser un resultado positivo logrado mucho más por el talento individual que por el nulo –ni siquiera escaso– trabajo en equipo en un planteamiento más manoseado que harina para Pizzas, de entrada meter a tres debutantes, Edgardo Marín, Jordan Silva, y Jesús Gallardo con escasos méritos para llegar al TRI GRANDE nos tiraba las escasas esperanzas de ver un TRI sólido, los tres armaron una de las peores líneas de centrales de mucho tiempo, su falta de coordinación puso en apuros la meta de JJ Corona al no poder o no saber cómo salir con balón controlado que era robado por los neozelandeses una y otra vez, y que para nuestra fortuna no concretaron en esos primeros 30 minutos por su muy limitada capacidad al ataque.

NO ES CULPA DE LOS CHAVOS

A los que el “Profe” manda al matadero sin un líder visible tomando en cuenta que nunca habían jugado juntos, puede ser que cada uno de ellos vaya desarrollando su talento particular, pero de ahí a ser convocados al TRI MAYOR hay un abismo  por sortear, estos llamados así al “ahí se va” son un camino para quemarlos anticipadamente ya sea porque se lleguen a marear o por ser exhibidos de forma tan grosera.

 

LOS DE OFICIO

GIO se pone las pilas echándose el equipo al hombro a pesar de errar algunas por esas ansias de novillero con las que por fortuna regresa a nuestra selección, la ejecución del penal provocado por la picardía de Hirving Lozano es impecable, “Marquito” Fabián, en camino a convertirse por fin en MARCO, sigue con instinto futbolero la brillante maniobra del siempre cumplidor ORIBE Peralta que le sirve en bandeja de un taconazo ese pase que nos da en dos a uno definitivo porque, sí, los nezoelandeses nos habían empatado en otra de tantas equivocaciones de nuestra línea defensiva.


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