Después de cuatro semanas, la NFL nos ha llenado de muchas emociones y sorpresas. ¿O acaso alguien esperaba que Chicago estuviera como líder en la NFC Norte después de un cuarto de temporada?
Ni qué decir del efecto Baker Mayfield, quien en partido y medio ha revivido a los Browns, que ahora parecen serán uno de los equipos más incómodos de la Liga. Hay futuro en Cleveland, aunque usted no lo crea.
Lo que es indudable es que hay dos escuadras que han destacado por encima del resto: Rams y Chiefs.
Los Carneros están incontenibles. El jueves hicieron lo que quisieron con la ‒respetable‒ defensiva de Minnesota. Jared Goff está jugando en un nivel superlativo, lo mismo que Todd Gurley, quien semana a semana hace méritos para ser el máximo favorito al MVP (Jugador Más Valioso).
Kupp, Cooks y Woods han conformado el trío de receptores más terrorífico de la NFL. Los tres pueden hacer absolutamente de todo. Son rápidos, corren buenas rutas y aprovechan cualquier resquicio para atrapar los envíos de Goff, quien ha sido ridículamente preciso.
La defensa de los angelinos no es la mejor, pero sí lo suficientemente buena como para competir y hacerle la vida difícil a cualquier rival.
Hoy por hoy no hay ningún equipo en la Conferencia Nacional que siquiera se acerque al nivel de los Rams. Es pronto aún, claro, pero de la mano de Sean McVay Los Ángeles se llena de ilusión de cara al próximo Super Bowl.
Y si en la Nacional el dominio carnero ha sido claro, la Conferencia Americana se ha pintado toda de rojo.
Patrick Mahomes es un monstruo productor de touchdowns. Hasta ahora no parece haber manera de detenerlo. Tyreek Hill, Travis Kelce y Karim Hunt disfrutan los beneficios de tener un quarterback tan explosivo y han aprovechado para contribuir en grande al paso invicto de Kansas City.
Al igual que los Rams, los Chiefs no cuentan con la mejor defensa. Pero el poder ofensivo bien podría ser suficiente para repasar a propios y extraños en la AFC.
Quizá el único que podría representar un verdadero obstáculo es Jacksonville, que sí cuenta con una defensa de mucha jerarquía; y con Leonard Fournette sano, su ataque suele ser eficiente.
Y si no son los Jaguars, ¿quién frena a Kansas? Si acaso New England, al que nunca hay que descartar, aunque su inicio no haya sido el óptimo. Mientras estén Belichick y Brady, los Patriots son dignos de respeto absoluto.
De momento podemos emocionarnos, porque en noviembre próximo Rams y Chiefs se verán las caras en la Ciudad de México. No sería descabellado pensar en un duelo de 80 puntos. Ese día habrá auténtica pirotecnia en el Estadio Azteca, en lo que bien podría ser un adelanto del Super Bowl LIII.
@erickml_
