Una de las noches más oscuras del futbol mexicano la que se vivió en Arlington, Texas. El marcador es lo de menos, se pierde 1-0 ante los croatas que exhibieron las carencias de un seleccionado sin orden, falto de ideas y para colmo de males con 2 jugadores lesionados que ahora están en duda para el mundial que está a poco más de 70 días de comenzar.
México ofreció 20 minutos de la primera parte de competitividad, antes de que los europeos tomaran las riendas y pusieran en jaque en repetidas ocasiones al portero Guillermo Ochoa. En esa primera mitad la terrible lesión del defensa Néstor Araujo agregó una cuota adicional de desconcentración a un equipo que se acható de forma lamentable. Araujo está en veremos para jugar el mundial, desgraciadamente.
Inexplicable la entrada de Diego Reyes al partido y que a los pocos minutos el técnico Juan Carlos Osorio lo retirara del campo. Cambio y movimiento desperdiciados.
Para el segundo tiempo el dominio de los croatas fue innegable, mientras que los nuestros dependían de la enjundia de Irving Lozano y el talento a cuenta gotas de Carlos Vela.
Como buen partido molero, tres cambios de Osorio transformaron el desesperante juego en corto de ideas, hasta que una falta grosera de Miguel Layún trajo el penalti y a la postre el único gol del partido. Me queda claro que Layún está para todo menos para defender, porque simplemente no sabe.
Para acabarla de fregar Carlos Salcedo se fractura la clavícula y pone en duda su participación mundialista, en una noche que difícilmente olvidarán los mexicanos que colmaron la tribuna del estadio de los Cowboys y que a mentadas y silbidos despidieron a la selección nacional.
Dudas, dudas y más dudas sin respuesta para el colombiano Osorio que, como están las cosas, no hará huesos viejos en está dizque selección encaminada al fracaso en Rusia.
